
El tipo de mantel y su colocación dependen también de la decoración de nuestro hogar.
Para lograr un signo de distinción en nuestras mesas, es fundamental contar con un mantel de calidad y sobre todo que cumpla todos los puntos que pide la etiqueta.
Un hermoso mantel es sinónimo de buen gusto; hoy en día hay estilos muy ovedosos, aunque es importante no olvidar las reglas fundamentales en su uso.
En la decoración de la mesa, este complemento es imprescindible y su elección distingue a cualquier anfitriona.
Carla Mendiola, interiorista mexicana, comenta que una de las opciones más elegantes para vestir la mesa del comedor es un mantel blanco de lino o algodón almidonado, con servilletas de tono arena.
Y entre las novedades más originales se cuentan, por ejemplo, los individuales largos que se utilizan para vestir dos o más lugares a lo ancho de la mesa.
De acuerdo con Carla, hay algunas reglas de etiqueta para colocar correctamente los manteles:
1.- En la mesa del comedor principal o del antecomedor, deben llegar justo a las rodillas de los comensales.
2.- Se debe colocar el mantel de manera tal que la tela tenga la misma caída por los cuatro lados sobre las sillas, y también para que sea visible cualquier trabajo artístico en la madera de las patas.
3.- Para una comida al aire libre, va muy bien un mantel de tela estampada y/o más informal.
4.- Para las mesas de jardín, también puede utilizarse un mantel de colores vivos y estampados definidos, que dará una sensación de frescura y vitalidad.
5.- Si la decoración de la casa es de estilo clásico, se pueden colocar manteles en las mesas de centro del hall o en las mesillas de noche.
6.- Las versiones modernas, como los individuales largos, deben adaptarse en lo posible a la etiqueta tradicional; la disposición de los platos y vasos, por ejemplo, deberá ser la misma que en una mesa clásica.