Juan Carlos Monroy Pérez, presunto cómplice de José Luis Calva Zepeda, “el caníbal de la Guerrero”, lo incriminó de asesinar y mutilar a Verónica Consuelo Martínez Casarrubia, una de las víctimas cuyos restos fueron encontrados cerca del panteón de San Agustín, en Chimalhuacán, en abril de 2004.
Monroy Pérez, detenido en Chimalhuacán la noche del viernes por policías ministeriales del Estado de México, admitió ante elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) que ayudó a Calva Zepeda a trasladar el cuerpo de Consuelo, con quien sostuvo una relación amorosa.
En sus primeras declaraciones Juan Carlos Monroy, negó su participación en el homicidio de la ex pareja sentimental del escritor de novelas de terror.
Monroy Pérez aseguró que no tuvo nada que ver con los otros dos homicidios de mujeres y mutilaciones posteriores que se le imputan a Calva Zepeda.
La Procuraduría mexiquense detuvo a Juan Carlos Monroy por su complicidad en la muerte de Verónica Consuelo en abril de 2004.
Por ese asesinato estaba aún abierta la averiguación previa CHIM/III/1942/04. La justicia mexiquense, hasta ahora sólo relaciona a Monroy Pérez con el asesinato de Verónica Consuelo.
La PGJEM investiga a Calva Zepeda por el homicidio de otra mujer de nombre Marlene ocurrida también en Chimalhuacán.
Judith Casarubia Reynoso, madre de Verónica Consuelo, contó que en una de las bolsas donde se encontraron los restos de su hija, la Policía Ministerial del Estado de México halló un recibo de una cadena de televisión de cable que contenía un código de barras y fue una de las pistas que llevó a las autoridades de justicia a relacionar a José Luis Calva Zepeda con el homicidio.
Con su captura, Juan Carlos Monroy tendrá que aclarar el presunto robo de 50 mil pesos a Consuelo Martínez, quien lo denunció en una carta entregada al Ministerio Público en marzo de 2004.