
Joaquín Hernández Galicia “La Quina” señaló que si Felipe Calderón quiere demostrar que es serio y honesto, tiene que combatir a fondo la corrupción en Pemex, confabulada con el sindicato. (El Universal)
Amplía SFP investigación por presunto quebranto contra Pemex.
A más de 20 años de no pisar una oficina de Los Pinos, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, ex dirigente del Sindicato de Ttrabajadores Petroleros, se hizo presente en el lugar para alertar al presidente Felipe Calderón de los riesgos de no combatir ahora la corrupción que se abate sobre Pemex.
Entrevistado en la casa presidencial, Hernández Galicia aseguró que no busca un “Quinazo” en contra de Carlos Romero Deschamps, actual secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Pero que hay suficientes pruebas para que el Gobierno Federal actúe en su contra con los elementos legales por actos comprobables de corrupción en la paraestatal.
No fue el presidente Calderón quien recibió a Hernández Galicia, sino Alejandro Poiré Romero, director general de Análisis Político de la Presidencia de la República.
En una reunión de una hora, Hernández Galicia le expuso la necesidad de aclarar el “segundo ‘Pemexgate’”, según su propio testimonio.
Fue el propio ex dirigente de los trabajadores petroleros quien solicitó la reunión con Calderón.
Nacido en 1922, este hombre, que ahora auxilia a los opositores a Romero Deschamps, vive en Tampico, Tamaulipas, tras salir de la prisión el 16 de diciembre de 1997.
Su caso, conocido como “Quinazo”, cobró notoriedad luego que en el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari se le acusara, en 1988, de homicidio y acopio de armas.
La Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros, que encabeza Norma Monroy, ha denunciado en los últimos meses ante las secretarías de Gobernación, Hacienda y de Energía, presuntos actos de corrupción, entre otros los derivados del convenio 10275/04, que ya investiga la Secretaría de la Función Pública.
“Queremos prevenir al presidente Calderón de que no haga lo que Vicente Fox, de solapar a los dirigentes sindicales en Pemex, que actúe de acuerdo con la Ley, no como el ‘Quinazo’, porque hay mucho fondo jurídico para ello. El presidente, quien dice ser recto y honesto, tiene que demostrarlo combatiendo a fondo la corrupción en Pemex, confabulada con el sindicato”, esgrimió.
Aseveró que Calderón tiene que actuar “con mano firme, pero jurídica, no ‘Quinazos’, contra estos tramposos y traidores”. Aseguró que estas palabras las expuso a Alejandro Poiré Romero en su reunión.
“Calderón tiene el antecedente de que se reveló a Fox cuando lo despidió de la Secretaría de Energía (cuando manifestó su interés por ser candidato a la Presidencia de la República) y eso es una señal buena de que no acepta consignas”, comentó.
“Claro que el partido que lo apoya (el PAN) no es un partido al que realmente los mexicanos le tengamos confianza”, añadió.
Agregó que como partido en el poder les conviene tener un cambio, cuando menos de honradez y capacidad. Hernández Galicia dice que no había visitado Los Pinos desde el Gobierno de José López Portillo.
Por su parte, Germán Martínez Cázares, secretario de la Función Pública, informó que Raúl Muñoz Leos, ex director de Pemex, no es el único presunto responsable de un quebranto a la paraestatal por mil 724 millones de pesos, ya que también están involucrados el entonces abogado general y el director corporativo.
En conferencia con los medios informativos, Martínez Cázares confirmó que Muñoz Leos no se presentó a declarar ayer ante el órgano interno de control de Pemex (que depende de la Función Pública), porque pidió una prórroga y tiene el mes de mayo para responder a los requerimientos.
Sin embargo, Martínez Cázares indicó que es imperativo que se presente Muñoz Leos.
Además, el titular del SFP, indicó que una vez concluido el procedimiento administrativo se valorará la pertinencia de recurrir o no a presentar una denuncia en la PGR.
Analizan reforma para que Pemex opere como empresa
La Comisión de Energía analiza una iniciativa del grupo legislativo del PRI para derogar la actual Ley Orgánica de Pemex y expedir una nueva que incentive su operación con criterios empresariales y garantice además la oferta de energéticos.
La reforma que se analiza en comisiones destaca la urgencia de perfeccionar el modelo vigente de la industria petrolera para convertirla en un eslabón esencial de las cadenas productivas y en un verdadero motor del desarrollo económico y regional.
Se argumenta que en las últimas décadas la política energética fue afectada por los recortes presupuestales y dañó las inversiones en perjuicio de la expansión y modernización del sector; la política fiscal implementada empeoró la situación de los organismos del sector energético, y en particular, de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Esta situación, menciona la propuesta, ocasionó la disminución de las reservas de hidrocarburos y falta de mantenimiento y conservación de la infraestructura, lo que ha derivado en siniestros.
Las propuestas giran en torno a no incluir a Pemex en el Presupuesto de Egresos de la Federación ni en la Ley de Ingresos para que pueda operar realmente como “empresa”.