
Persigue Chantal estereotipo de villana
MÉXICO, DF.- Chantal Andere se mira en el espejo de su camerino del Teatro de los Insurgentes: cabellera rubia, tez blanca, ojos claros. En ese momento no puede dejar de pensar que los estereotipos la han perseguido a lo largo de su carrera en telenovelas: “Las güeras siempre somos las villanas, las que hacemos sufrir a las protagonistas. En cambio, las mujeres buenas siempre son morenitas, cabello oscuro, cafecito”.
De hecho, está en el Teatro de los Insurgentes ensayando a Norma Cassidy, una güera que es co protagonista del musical Víctor Victoria donde Andere debutará el próximo viernes. Sin embargo hay una diferencia fundamental con respecto a los personajes de telenovela: Norma es un personaje de comedia. La actriz lo define: “Es una mujer trastornada que se figura que es Marilyn Monroe pero nada que ver. Sin embargo, también es muy astuta porque anda con el hombre importante de la mafia de Chicago”.
En efecto, este personaje es tan memorable que en la versión cinematográfica filmada en 1982, la actriz Lesley Ann Warren obtuvo el Oscar a mejor actor de reparto. Norma Cassidy supone que su amante la cambia por un hombre, Víctor. Pero no sabe que Víctor en realidad es Victoria, una cantante fracasada que se tuvo que hacer pasar por hombre para conseguir trabajo.
Es una situación chusca que da pie para una reflexión más profunda: “Las mujeres todavía somos discriminadas y vivimos muchas situaciones de inequidad en el ámbito laboral”, dice Chantal, aunque ella nunca lo ha vivido: “A lo mejor porque mi trabajo requiere de mujeres ¿qué sería de las telenovelas sin las actrices? ¿A quién le robarían los hijos?”.
Lo malo de estar en el mundo de las telenovelas no es pues, ser mujer, sino ser rubia: “Siempre he peleado para que no vean a las güeras como la típica y obligada malvada”.
Esta misma mala fama, la convierte en una escéptica de la supuesta transformación de la telenovela en los últimos diez años: “Creo que no ha habido tantos cambios en los estereotipos con los que se presenta a las mujeres. Sigue siendo la misma historia con final feliz”.
Quizá por eso mismo ahora busca más trabajo en el teatro musical. Hace exactamente un año debutó en el mismo Teatro Insurgentes como Sally Bowles en Cabaret. Y ahora tomará el lugar que deja vacante Lisset como Norma Cassidy.
“Mi mayor aspiración siempre ha sido ser actriz de musical. Este es mi sexta obra en este teatro y estoy muy contenta porque me permite desarrollar papeles diferentes a los de telenovela”.
En efecto, aunque el personaje que ve en el espejo sigue siendo una güera, Norma Cassidy poco tiene que ver con las villanas acartonadas que suelen infestar la televisión. Mejor aún, Víctor Victoria tiene un ligero matiz libertario. “Al final, pienso que el mensaje es de libertad; que uno puede ser feliz sin importar el sexo de la pareja y que el amor triunfa por encima de todas las cosas”.