Por segunda ocasión la cantante Britney Spears intentó suicidarse durante su estancia en la clínica de rehabilitación, informó el diario The News of the World.
La intérprete de "Toxic" trató de ahorcarse con una sábana luego de una conversación con su esposo, el bailarín Kevin Federlaine, en la que le pidió volver e intentar tener otro bebé.
Durante su estancia en una clínica de rehabilitación, la cantante sufre una crisis en la que afirma ser el anticristo.
Es la segunda ocasión en que la aún considerada princesa del pop atenta contra su vida, ya que "la ocasión en que se afeitó la cabeza también intento suicidarse", señaló el diario británico.
El incidente ocurrió a los pocos días de que una casa de subastas española incentivará al público a predecir cuál sería la nueva locura de la ex princesa del pop.
También reporta que durante su estancia en la clínica de rehabilitación de Malibú, Britney se tatuó el número 66 en su cabeza y le gritó a las enfermeras "¡Soy el Anticristo!". Luego, afirmó llorando "soy un fraude, soy un fraude".
"Más tarde, esa noche ella trató de suicidarse. Se colgó con una sábana de una lámpara en el techo y se la ató a su cuello. Rápidamente fueron llamados los paramédicos, y ella por suerte salió ilesa", relató un amigo de la cantante al tabloide.
De acuerdo con lo publicado, Spears es adicta a la droga "cristal", una potente metanfetamina, que le provocó cambios de personalidad, confusión y actitudes violentas.
Destaca que la cantante de 25 años puede sufrir de una depresión post-parto, por lo que encuentra planeando una nueva vida en Louisiana junto a sus dos hijos.