Minutos después de que saliera de su oficina en Palacio de Gobierno, el vocero de Seguridad Pública de Sinaloa, Óscar Rivera Inzunza, fue asesinado a tiros por un grupo armado. (El Universal)
Cuando circulaba en una camioneta oficial, Óscar Rivera Inzunza, vocero de seguridad del Gobierno de Sinaloa, fue ejecutado hoy por sujetos que le dispararon desde su carro.
Los hechos ocurrieron sobre la Avenida Insurgentes, frente al edificio Torre de las Américas en la Colonia Centro Sinaloa a escasas cuadras del Palacio de Gobierno.
Según testigos, los agresores viajaban en una camioneta de la que no se precisaron características, desde donde le dispararon para posteriormente huir.
Rivera Inzunza fue reportero y editor de un periódico local y director de una revista, la cual obtuvo un premio nacional de periodismo en el sexenio pasado. Reporteros de diferentes medios de comunicación que acudieron al lugar de los hechos manifestaron su malestar y movilizaron al edificio de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa para demandar investigaciones que den con los responsables del crimen.
Además, cuatro nuevas ejecuciones se registraron en Mazatlán, en donde una familia fue atacada por un grupo de sicarios.
Las autoridades judiciales dieron a conocer que en el poblado del Habal, en Mazatlán, un grupo fuertemente armado, se introdujo a una vivienda y disparó con rifles AK/47 y AR/15, contra la pareja, Alfredo Garate Patrón y Alejandra Martinez y sus tres hijos.
De acuerdo a la averiguación previa abierta por la Procuraduría de Justicia del Estado, Julio y Alfredo Garante Martinez, de 11 y siete años de edad, perecieron en el mismo lugar, junto a sus padres, en tanto que un menor de, tres años, resultó herido en una pierna.
Por otra parte, el comandante en Mexicali, Baja California de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Jorge Rodríguez Mundo, fue asesinado con armas de grueso calibre la noche del martes, junto a un acompañante de nombre, Jorge Daniel Cárdenas Avilés, en un conocido centro comercial de esa ciudad.
De acuerdo a los testigos de estos hechos, los asesinos, quienes aún están prófugos, acribillaron a las víctimas con armas AK-47 conocidas como “cuernos de chivo”, e incluso uno de los sicarios descendió de su unidad para darles el tiro de gracia al comandante de la AFI y a su acompañante.
