“Peor es chile y l’agua lejos…” decían los abuelos cuando querían que uno se conformara con lo que le daban y que se diera cuenta que otros “estaban pior”.
Por razones atávicas, o sea de ésas que ya vienen desde nuestros antepasados, el chile es un vegetal muy relacionado con la vida del mexicano.
El chile está presente en casi todas nuestras comidas e incluso en algunos platillos figura en primer plano como es el caso de las enchiladas o de los chiles rellenos.
Además es motivo de conversación para hacer frases, chistes y los famosos albures, una forma de bromear picante y sabrosa como el chile mismo, que además nos identifica como mexicanos ante el mundo.
Curiosamente en la República de Chile no tienen ni la más remota idea de la forma picaresca en que nosotros utilizamos el nombre de su patria. Ellos, -los chilenos- como la mayoría de los pueblos latinoamericanos, a los jalapeños, los serranos, habaneros y poblanos no les llaman chile sino ají.
La palabra CHILE como la usamos en México viene del náhuatl CHILLI y en el caso de la república sudamericana se supone que CHILE viene del quechua (lengua aborigen de aquellos rumbos) y que se deriva de CHIRI que significa frío.
O sea que el chile, que nosotros, por lo picante lo asociamos con el calor, en Chile –el país- se le puso ese nombre precisamente por lo opuesto, es decir, por frío.
Hay una variedad mexicana de calabaza que se llama CHILACAYOTE pero su nombre no tiene relación alguna en sus raíces con el chile picante. CHILACAYOTE es también un vocablo de origen náhuatl pero no viene de CHILLI sino de TZILAC AYOTLI. TZILAC, en el lenguaje de los aztecas quiere decir LISO y AYOTLI es CALABAZA, derivado de AYOTL que a su vez significa TORTUGA. Y es que nuestros antepasados relacionaban a la calabaza con la tortuga por razones obvias.
Para curarse una tremenda cruda –olvídese del bloody mary- no hay nada mejor que unos CHILAQUILES muy picosos. Los chilaquiles –no me diga que no los conoce- son tiras de tortilla de maíz fritos con salsa a los que luego se les agrega huevo, pollo o queso, según sus preferencias.
La palabra CHILAQUILES viene de CHILLI (chile) y QUILITL que es una yerba como el quelite que antes se les agregaba. Ahora ya no, pero el nombre se les quedó.
Por SI LAS DUDAS
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PREGUNTA: Carlos Bastida nos escribe del DF y pregunta por qué se dice EL AGUA y EL ALMA si el artículo EL es masculino y esos dos sustantivos son femeninos.
RESPUESTA: En algunos casos de palabras que empiezan con A tónica, es decir que lleva acento prosódico u ortográfico, se cambia el artículo porque las dos aes juntas producen mal sonido: LA-AGUA o LA-ALMA, se oirían mal. Sin embargo el nombre sigue conservando su género femenino. La prueba está en que cuando lo dices en plural no dices LOS AGUAS ni LOS ALMAS sino LAS AGUAS y LAS ALMAS.
Frase preventiva para terminar: Los psiquiatras dicen que de cada diez personas, cuatro tienen problemas mentales. Usted por si acaso, revise a tres amigos suyos… ¿Cómo dijo? ¡Hasta mañana!