Casi todos los artistas populares, cuando alguien expresa una opinión desfavorable acerca de ellos, reaccionan diciendo lo mismo: “Queremos que nos critiquen, pero que sea una crítica constructiva...”.
Yo digo que en nuestro medio, existen dos tipos de críticas: “La crítica constructiva que es la que le hacen a los demás y la crítica destructiva que es la que me hacen a mí...”.
Creo que en México y en términos generales, no estamos preparados para soportar que nos critiquen, para aguantar que alguien nos diga: no me gusta tu trabajo, te falló esto o aquello, el argumento de tu obra está mal estructurado, te faltó sacarle más partido al papel que interpretaste en esa obra de teatro.
No nos gusta que nos señalen que estamos haciendo mal las cosas. Entonces acusamos al crítico de destructivo, de que no sabe lo que dice, de que no está bien informado y así, de una serie interminable de pretextos para no reconocer que el trabajo está mal hecho.
Desde el punto de vista de la semántica –ciencia que estudia el significado de las palabras- ¿qué es la crítica? La crítica es “el arte de juzgar”. Fíjese, por favor. El sentido original de la palabra no es “opinar desfavorablemente de algo”, no. Criticar es analizar y juzgar algo para poder decir después si está bien o mal.
¿Entonces eso quiere decir que puede haber crítica a favor o en contra? ¡Pero claro que sí! Cuando usted le dice a alguien “no me critiques”, en realidad lo que le está diciendo es “no me juzgues” y no que “no esté opinando en contra de sus acciones”.
Ahora ¿qué se hace para juzgar? Pues aplicar el criterio, ver las acciones del otro y hacer un juicio acerca de su desempeño y generalmente se aplica en tres ámbitos: en el arte, en el deporte y en la administración pública.
La palabra crítica viene de krisis en latín que es la misma crisis ésa que nosotros los mexicanos ya conocemos muy bien. La crítica es crítica porque se apoya en un criterio y el criterio no es una opinión aunque a veces se confunden uno con otra. El criterio es una regla para apreciar la verdad o falsedad de lo que se juzga, o es la capacidad de discernir.
El criterio, visto así, es una criba, es un cedazo y de hecho el criterio, de acuerdo con sus raíces implica separación, distinción (en el sentido de saber distinguir) porque para poder juzgar una cosa hay qué separarla de las demás, pasarla por un tamiz para separar lo que está bien de lo que no lo está.
Por lo pronto, lo que debemos hacer los mexicanos es aprender a recibir de buen grado la crítica aunque sea desfavorable a nuestros intereses, no oponer a ella justificaciones absurdas. No decir “Si tú eres mi amigo ¿por qué me criticas? Como respuesta yo diría simplemente: Te critico precisamente por eso, porque soy tu amigo.
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PREGUNTA DEL PÚBLICO: ¿Puede llamársele mexiquenses a los mexicanos?, pregunta Amalia G. de López, de Mexicali.
RESPUESTA: Gramaticalmente no hay regla que lo impida. Sin embargo, hasta ahora el gentilicio mexiquense por costumbre sólo se ha utilizado aplicándolo a los habitantes del Estado de México.
Definición para terminar:
Hombre adulto es el que empieza a dejar de crecer en las puntas y empieza a crecer de los lados. ¿Cómo dijo? ¡Hasta mañana!