Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ofrecieron una noche de romanticismo en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México. (Notimex)
MÉXICO, DF.- Los cantantes Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ofrecieron una noche de romanticismo en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México como parte de su gira Dos Pájaros de un Tiro, concierto que fue dedicado al escritor colombiano Gabriel García Márquez.
El Premio Nobel de Literatura 1982 presenció el espectáculo que combinó música, poesía improvisada y un duelo de coplas entre los cantautores, quienes subieron al escenario acompañados de dos guitarras, una orquesta y un repertorio que incluyó sus más grandes éxitos.
Tu Nombre me Sabe a Hierba, Penélope, Para la Libertad, La Fiesta, Esos Locos Bajitos y Ocupen su Localidad, entre otros temas, arrancaron aplausos y lágrimas del público entregado a las interpretaciones del dueto.
En el concierto predominó el buen humor y los gestos de agradecimiento por la calidez con la que, según los cantautores, siempre han recibido de parte del pueblo mexicano. “En verdad estamos complacidos de poder regresar una vez más a la Ciudad de México, esta será una noche inolvidable”, dijo Serrat.
Aprovechó el momento para exigir el aplauso para su compatriota: “A este muchacho las palmas lo mantienen vivo, les pido hagan lo posible por alimentar su vida para que la virgencita de Guadalupe lo cuide esta navidad”, bromeó el intérprete de “Cantares”. Contigo, Calle melancolía, Y sin embargo, 19 días y 500 noches, Princesa y Noches de boda fueron algunas de las melodías interpretadas por Joaquín Sabina, quien provocó uno de los momentos más emotivos de la noche mientras cantaba Por el boulevard de los sueños rotos.
Sabina cantaba: “Las amarguras no son amargas, cuando las canta, Chabela Vargas, y las escribe un tal José Alfredo”, y justo al nombrar al compositor de “El rey” se quitó el sombrero y apuntó los ojos al cielo, lo cual provocó una abrupta y estrepitosa ovación.
Las canciones “Señora”, “Mediterráneo”, “Hoy puede ser un gran día”, “A orillas de la chimenea” y “El pirata cojo” complementaron las actuaciones de los cantautores, quienes bailaron, brindaron, saltaron y ofrecieron lo mejor de su repertorio romántico y además experimentaron con ritmos latinoamericanos.
Pero la noche tenía reservadas más sorpresas a los asistentes, quienes al grito de “Otra, otra, otra” provocaron que el dúo regresara cuatro veces al escenario, y en una quinta dio por terminada la actuación de los trovadores y cronistas del amor y lo cotidiano.
