
El arzobispo de Monterrey, Francisco Robles Ortega, recibe el birrete rojo de cardenal por parte del Papa Benedicto XVI. (AP)
Es prelado mexicano de los más ovacionados durante la designación de 23 nuevos purpurados.
Las banderas de México ondearon alegres y las ovaciones de cientos de fieles de Monterrey, Jalisco y Estado de México estallaron ayer en la Basílica de San Pedro cuando el Arzobispo de Monterrey, Francisco Robles Ortega, fue creado Cardenal por el Papa Benedicto XVI.
En México el reloj marcaba las 4:44 horas de la madrugada del sábado y en Roma, siete horas más, cuando Robles se levantó de su asiento y se acercó al altar, donde se hincó.
Unos segundos después, el Pontífice le colocó el birrete cardenalicio que convirtió a Robles en el sexto Cardenal mexicano, el cuarto con derecho a voto en el Cónclave y, a sus 58 años, en el sexto más joven de todo el Colegio Cardenalicio.
"La paz sea contigo", contó Robles que le dijo el Papa cuando se encontró con él.
"Después le dije: ‘muchas gracias, Santo Padre, por la confianza’", narró.
En un costado, unos 80 miembros de su familia, incluidos sus padres, Francisco Robles y Teresa Ortega, procedentes de su natal Mascota, Jalisco, eran testigos, casi en primera fila y muchos sin poder contener las lágrimas, de cómo su "Paco" era designado Príncipe de la Iglesia.
Pero no eran los únicos mexicanos en la Basílica de San Pedro, varios grupos de paisanos se hicieron notar con sus banderas y sus aplausos, lo que convirtió a Robles en uno de los más ovacionados entre los 23 nuevos Cardenales creados ayer por el Papa (13 de Europa, cuatro de América, dos de África y el mismo número de asiáticos).
Aunque estaba programado para realizarse en la explanada de la Plaza de San Pedro, la amenaza de lluvia obligó a realizar el Consistorio Público dentro de la Basílica de San Pedro, ante cerca de 3 mil personas.
La ceremonia fue la segunda parte del Consistorio Privado que el Papa y el Colegio de Cardenales sostuvieron el viernes en la Sala del Sínodo, en el Aula Paulo VI.
En el evento de ayer, a los nuevos cardenales también se les dio el título o diaconía de una iglesia de Roma, siendo la de Santa María de la Presentación la asignada a Robles.
Ya con el birrete rojo y la bula de Creación de Cardenales que le entregó el Papa, a quien después le besó el anillo, Robles se dirigió de nuevo hacia donde estaba el resto del Colegio Cardenalicio, dando el saludo de la paz a cada uno de sus compañeros.
Luego de la ceremonia, más de 600 personas, entre mexicanos y de otros países, se reunieron en el Aula Paulo VI para saludar a los Cardenales.
Robles llegó puntual y desde el fondo del atrio comenzó a estrechar manos, recibir abrazos y tomarse fotos, protegido de cerca por un guardia del Vaticano, durante casi dos horas, aún después de que el resto de los Cardenales dejó el lugar.
Las porras de "¡Monterrey, Monterrey!" y "¡México, México!" se escuchaban desde que los peregrinos iban entrando en fila al edificio.
Para hoy a las 10:30 horas tiempo de Roma (3:30 horas tiempo de México) se agendó una misa en la que el Papa entregaría a los nuevos cardenales el anillo cardenalicio.
Rechaza Robles sentirse ‘papable’
El nuevo cardenal mexicano, Francisco Robles Ortega, descartó sentirse un "papable", luego de haber sido elevado a la dignidad de purpurado ayer por el Papa Benedicto XVI y pidió "gozar del magnífico" Pontífice que tenemos.
"La verdad, francamente, mi pensamiento no está en eso, mi pensamiento está en ejercer el servicio que el Santo Padre me pida para colaborar con él y con la Iglesia", aseguró el también arzobispo de Monterrey, México, en entrevista.