El polémico ex secretario de Hacienda se ha encargado de formar cuadros de economistas que hoy ocupan importantes puestos en el Gobierno de México y en el sector privado.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Francisco Gil Díaz, el polémico ex secretario de Hacienda del sexenio de Vicente Fox, ha desarrollado, a la par de su carrera como funcionario público, una fructífera y reconocida carrera académica de más de tres décadas.
El ex funcionario que entró al ?ojo del huracán? por su nombramiento como consejero independiente del Grupo Financiero HSBC Holdings y por la participación de familiares suyos en las aduanas de México, se ha encargado de formar cuadros de economistas que hoy ocupan importantes puestos en el Gobierno de México y en el sector privado, siempre desde el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) donde es profesor emérito y egresó de la licenciatura en Economía en 1967, bajo la asesoría de Miguel Mancera Aguayo.
Por las aulas grises, en el sur del Distrito Federal, donde las clases eran ?duras?, pero siempre entretenidas, desfilaron Agustín Carstens, Pedro Aspe, José Antonio Meade, Luis Carlos Ugalde, Fernando Sánchez Ugarte, Mario Gabriel Budebo y Raúl Martínez Ostos, pero también personajes como Mario Di Costanzo, secretario de Hacienda del ?Gobierno legítimo? de Andrés Manuel López Obrador.
Crítico actual de Gil Díaz y de sus políticas, Di Constanzo dice al respecto: ?era yo un chavo de 22 años, conocer a uno de los economistas más brillantes de México era el modelo a seguir de muchos economistas del ITAM. Hablar de Paco Gil era el equivalente al Freedman mexicano?, expone Di Constanzo.
El asesor económico del PRD recuerda que Ana Paula Gerard, quien fue esposa del ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, en alguna ocasión, después de que Gil Díaz hizo una demostración matemática, en donde llenó de operaciones el pizarrón, le pidió que explicará paso a paso. Con el sarcasmo que le ha caracterizado toda la vida, Gil Díaz borró todo y dando pasos de un punto del pizarrón a otro, hizo la misma operación y dijo: ?ahí está, paso a paso?.
Agrega que como profesor era duro y exigente en las clases y los exámenes.
?Era duro con los alumnos, es lo que catalogas como buen maestro, no era barco ni de los más malditos?, expuso Di Constanzo. ?Gil Díaz era de los que como académico y como funcionario repetía: la economía estaba bien como forma de pensar, pero no para vivir, porque los economistas se mueren de hambre?.
Durante el sexenio en el que fue secretario de Hacienda, su clase iniciaba a las siete de la mañana, sus escoltas siempre lo esperaban en su camioneta Cherokee o afuera del aula mientras el ex funcionario realizaba sus exposiciones. A pesar de mantener una delgadísima figura, alrededor de las ocho de la mañana, uno de los guardias que lo acompañaba le llevaba un café americano, sin azúcar, y una dona de chocolate. A veces, llevaba más de una y la compartía con sus alumnos que tampoco habían desayunado.
Rara vez faltaba a una clase y cuando cancelaba, su secretaria se encargaba de marcar uno por uno los teléfonos de los alumnos para decirles que Gil Díaz no acudiría y programar una reposición.
?Tiene una devoción absoluta por impartir sus clases, siempre fue muy atento con los alumnos y muy bromista?, es la respuesta más frecuente de quienes asistieron a sus clases.
Ignacio Trigueros, director del Centro de Análisis e Investigación Económica del ITAM, recuerda que Gil Díaz era un profesor claro y didáctico al momento de impartir su cátedra. ?Era exigente y con una muy buena selección de material para presentar en los cursos. Siempre traía material muy actualizado, digamos que estaba en constante renovación y actualización?, expone el itamita.
CARRERA DOCENTE
Su carrera docente inició después de concluir sus estudios de doctorado en la Universidad de Chicago. En 1972 asumió la jefatura del Departamento de Economía y la Dirección del programa de licenciatura del ITAM. Sus actividades se extienden también a la investigación donde principalmente realiza estudios de la economía mexicana, ha publicado en las más reconocidas revistas arbitradas nacionales e internacionales, algunas veces, compartiendo créditos con sus alumnos, como Agustín Carstens, actual secretario de Hacienda.
Gil Díaz se ha desempeñado como ponente o comentarista en infinidad de congresos, seminarios y conferencias y como director de decenas de tesis de licenciatura. Su cercanía y apoyo a sus alumnos es una constante, especialmente a aquellos que quieren realizar estudios de posgrado en el exterior. Su influencia académica se siente en las aulas del Instituto, en la década de los sesenta eran pocos los economistas mexicanos que deseaban y podían competir para estudiar un posgrado en el extranjero. A su regreso diseñó el plan de estudios de Economía, que prácticamente se mantiene vigente.
Impartió hasta cuatro cursos distintos, en ocasiones a los mismos estudiantes, con un solo libro, con la convicción de que la economía se aprende con el desarrollo de herramientas técnicas y analíticas. En sus clases hay referencias de todo tipo, él habla de todo, desde Le Corbusier, hasta las más variadas anécdotas de su carrera como funcionario.
Gil Díaz quien se caracterizó, durante el sexenio que concluyó, en mantener una mínima relación con la prensa, en alguna conversación comentó que a él le gustaba tomar decisiones muy rápidas. ?Como cuando conocí a mi mujer, supe que era ella, aunque ella sí lo pensó dos veces?, expuso en su momento el hombre que lleva 40 años de matrimonio con Margarita White.
Arnold Harberger, profesor emérito de la Universidad de Chicago y Profesor distinguido de la UCLA, señaló en 1999, en la ceremonia con motivo del nombramiento de Gil Díaz como profesor emérito del ITAM que sin el estímulo de ninguna ocasión especial y sin ninguna preferencia por nadie a principios de la década de los noventa había escrito un artículo titulado ?Secrets of Success: A handful of Heroes? (Secretos del Éxito: un Puñado de Héroes), el artículo -señala el académico que asesoró a Gil Díaz en su tesis de doctorado- ?era un intento para documentar, desde mi experiencia personal, la afirmación de que es muy difícil imaginar las grandes transformaciones que hemos visto, sin la contribución de unos pocos individuos clave?. Según ese artículo esos individuos clave son Roberto Campos de Brasil, Alejandro Vega Villegas de Uruguay, Sergio Castro de Chile, Domingo Cavallo de Argentina, Pedro Aspe y Francisco Gil Díaz de México.
De ideología económica liberal y ortodoxa, aficionado acérrimo a la lectura y a algunos deportes y un ?fiscal de hierro? o ?su alteza serenísima?, como le han llamado algunos de sus críticos, Paco Gil, como lo llaman sus colegas y alumnos es paternalista en las aulas.
Alguna vez uno de sus estudiantes le preguntó qué era lo que pensaba cuando en las comparecencias ante en Congreso tenía que escuchar los reclamos la oposición: ?pienso en ustedes, en lo que les voy a enseñar la siguiente clase?, respondía el profesor Paco Gil con una amplia sonrisa.
