
Fallece el artista Juan José Gurrola
El Universal
MÉXICO, DF.- Juan José Gurrola, arquitecto, escenógrafo, actor, traductor, director de cine, ópera y teatro, performancero, fotógrafo, músico y pintor, murió ayer, a las 02:00 horas, víctima de afecciones hepáticas, a la edad de 71 años.
Sólo un pendiente dejó el director escénico al morir: avisar a las autoridades de la Facultad de Arquiectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que todos los alumnos de su clase de Espacios Escénicos estaban aprobados.
Lo demás estaba dispuesto desde tiempo atrás; había hecho un pacto con su esposa Rosa Newman para que cuando los dos murieran, su hija Eduarda Gurrola hiciera un coctel con sus cenizas y las lanzara al río Papaloapan desde Tlacotalpan.
Si se asomara a través de esa nube imaginaria en la que su esposa cree que él mira desde el cielo, tal vez se dolería al ver que muy poca gente había llegado hasta la funeraria donde velaron sus restos, a pesar de haber sido el gran vanguardista mexicano. Al artista, que en su última entrevista dijo: “Mi juventud radica en la curiosidad y el interés de estar buscando cosas, que de repente rebasan lo normal, ideas que están más allá de lo posible. Para eso vivo un poco”, se le rendirá este sábado, a las 11:00 horas, un homenaje de cuerpo presente en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.
Gurrola, el mismo que interpretó a Diego Rivera en la cinta Frida, Naturaleza Viva, que exhibió su creación plástica este año en la Celda Contemporánea del Claustro de Sor Juana y remasterizó su disco “En busca del silencio/Escorpión ascendente”, grabado con música experimental en los años 70, es para muchos el renovador de la escena moderna mexicana.
El coordinador nacional de teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Ignacio Escárcega, dijo que Gurrola renovó el trabajo actoral con desenfado, como un hechicero que creaba las condiciones para que los actores fueran libres en el escenario. “Juan José es una presencia irreverente, lúdica y fronteriza, porque no sólo es su trabajo en el teatro, sino también en la ópera y como arquitecto, y su trabajo como ensoñador y fabulador de textos”.
Del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2004, se quedan muchas obras en el tintero, varios dibujos y pinturas.
La más avanzada es la obra de teatro Pregúntenle al Conejo, escrita con Raúl Falcó y que ambos dirigirían, sobre algunos coloquios del historiador Miguel León Portilla. Se queda también la exposición con fotografías de sus principales montajes, que se exhibe en El Nigromante de San Miguel de Allende Guanajuato, como parte del Segundo Festival de Teatro Escena 2, realizado en mayo pasado, donde recibió un homenaje.
Escárcega llegó a la funeraria para dar el pésame y platicar con la viuda del artista sobre la posibilidad de traer a la ciudad de México la puesta en escena Simplemente Complicado, de Thomas Bernhard, que él dirigió y coprodujo la UNAM, luego de que en esa casa de estudios presentó La Tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca.
Ese hombre, definido por su viuda como “generoso, inteligente y de gran talento... un hombre muy vivo, tan vivo, que también amó a la muerte”, es recordado por su hija Eduarda Gurrola como un ser que dio mucho y enseñó a mucha gente. “Fue el mejor padre, el mejor y el peor ejemplo... el mejor ejemplo: es su entereza, su honestidad, su coherencia y sus creencias; el peor ejemplo... que me dejó de la mejor manera, todos los excesos, su forma de vida y ganas de estar siempre alebrestando a todo mundo y haciendo conciencia”.
Las afecciones del hígado se le complicaron el pasado diez de mayo, justo en los días que dirigiría Simplemente Complicado, en San Miguel de Allende, de ahí que hace unos días tuvo que ingresar al Instituto Nacional de Nutrición donde murió esta madrugada.
Gurrola fue maestro de muchas generaciones, artistas polémico, prolífico y polifacético, que exploró la escritura, la actuación, la dirección de escena, la escenografía, la traducción, la dirección cinematográfica y la docencia teatral. Su intención fue renovar y experimentar sobre la escena desde que participó en el movimiento teatral universitario de Poesía en Voz Alta, en la Casa del Lago, al lado de artistas e intelectuales como Octavio Paz, Héctor Mendoza, Juan Soriano, Juan José Arreola, Leonora Carrington y José Luis Ibáñez.
Fue becario de la Fundación Rockefeller, del Colegio Británico, de la Fundación Guggenheim y del gobierno alemán en 1974. En su memoria, Radio UNAM transmitirá un programa especial el viernes ocho de junio, a las 14:30 horas por su cercanía con el teatro universitario.