‘Estoy comprometido con Torreón’

A Manuel Luévanos, director de Grupo Metales de Peñoles, le tocó desde sus inicios la contingencia ambiental y desde entonces hizo un compromiso con el medio ambiente de Torreón

¿Qué lo hizo venir a Torreón?

Yo llegué por primera vez a Torreón hace 30 años, trabajando en Peñoles en el Grupo Químico como gerente de Química del Rey, por un periodo de cuatro años.

Después viajé a la Ciudad de México en donde viví ahí por 13 años. En 1993 regresé a Torreón como director del Grupo Metales de la compañía y desde entonces estoy feliz y contento en La Laguna.

Para mí y mi familia fue fácil aclimatarnos a la ciudad, principalmente por su gente, por las comodidades y las facilidades que brindaba la ciudad, con gente muy amable que lo recibe a uno muy bien.

¿Cómo nota que ha cambiado Torreón desde que llegó?

Ha mejorado bastante. En el aspecto industrial ha habido un crecimiento impresionante ya que existen varios parques industriales operando en la plaza.

Pese a la época difícil para las maquiladoras que dejaron de operar hace algunos años, creo que poco a poco se ha recuperado el nivel de empleo en La Laguna.

Recuerdo por primera vez cuando llegué a Peñoles en esta ciudad que muchos de los bulevares eran de tierra, no había pavimento y no había electricidad ni drenaje en las colonias. En aquellos años las tolvaneras eran muy fuertes, más que ahora.

¿Qué le ha dado Torreón?

Como profesionista me ha dado madurez y la oportunidad de vivir experiencias únicas como director de Met Mex Peñoles. Como padre de familia me ha dado la oportunidad de ver crecer a mis hijos en un ambiente muy sano, muy tranquilo, en donde la preocupación por el dónde andan prácticamente no existe, ya que conocemos quiénes son sus amigos y a sus papás. Como padre me ha ayudado a ver crecer a mi familia.

Cuando le dije a mi esposa que regresábamos a Torreón puso a mis hijos a dar maromas, ya que en aquellos años mis hijos eran adolescentes.

Torreón es una ciudad con un calor humano, su gente, el ambiente empresarial y social es con personas con mucha camaradería y lo aceptan a uno como ciudadano.

¿Qué le ha dado usted a Torreón?

Desde mi posición profesional he tratado de contribuir para que tenga la ciudad un ambiente más limpio, para que los vecinos de la planta de Met Mex Peñoles vivan tranquilos, sabiendo que Peñoles es un buen vecino y que se preocupa por la comunidad.

A mí me tocó todo el proceso de contingencia ambiental desde sus inicios y prácticamente hasta la situación actual. Para mí no fue fácil, ya que no había una experiencia similar en México, fue algo totalmente nuevo para todos, para las autoridades mismas, para nosotros.

Tuve la responsabilidad de iniciar un proceso de remediación y de acercamiento con la comunidad, el cual no habíamos tenido antes y creo que es una de las cosas más importantes de mi vida el colaborar en este proceso de acercamiento y remediación ambiental.

¿Qué sabía de Torreón antes de venir a vivir aquí?

Claro que sabía de Torreón, ya que tenía parientes zacatecanos que se establecieron muchos años antes en esta ciudad. Ellos comentaban cómo iba creciendo la ciudad y los servicios públicos, pero sobre todo siempre hablan positivamente de la ciudad.

Yo me acuerdo en aquellos años que hablaban de Raymundo, de las Dunas de Bilbao, de los paseos de la Morelos, ya que ésta era una avenida muy concurrida por los jóvenes durante las tardes de los domingos, a mí me tocó venir.

¿Le gustaría que sus hijos se quedaran aquí?

Ya se quedaron. Tres de mis cuatro hijos ya se casaron aquí. Dos de mis hijas se casaron con laguneros y mi hijo lo hizo con una zacatecana, pero viven aquí. Mis cuatro nietos que tengo son laguneros y con toda seguridad una vez que me jubile yo también me quedaré aquí.

¿Qué es lo que más le gusta de la ciudad?

De la ciudad lo que más me gusta, creo que es su desarrollo urbano que está bien hecho, los bulevares le han dado una fluidez y una modernidad a la ciudad. Éstos fueron pensados por el crecimiento futuro que tendrá la ciudad, ya que saben bien hacia dónde va la urbanización.

Mis nietos van a la Alameda con sus papás y yo me he aficionado mucho al golf, ya que la ciudad cuenta con cuatro campos muy bonitos. Yo trato de frecuentarlos cada ocho días.

¿Lo que menos le gusta?

No que no me guste, creo que todavía hay muchas carencias en muchas colonias pobres y que hay que atenderlas, pero eso se lleva tiempo, esfuerzo y recursos.

¿Su lugar favorito?

Los campos de golf y el estar en casa en donde me gusta leer, nadar y convivir con la familia con una carne asada.

¿Cuál considera que es el lugar simbólico o más característico de la ciudad?

El lugar más simbólico de la ciudad es el Cristo de las Noas, ya que se ha convertido en un ícono de La Laguna, así como la Casa del Cerro, el Teatro Isauro Martínez y recientemente el Museo Arocena.

¿Qué extraña más de Torreón cuando está fuera de la ciudad?

El estar en mi casa y con mi familia y por ende de la ciudad extraño su tranquilidad.

¿Cómo imagina Torreón en el año 2107?

Dentro de cien años me imagino que la ciudad tendrá un sistema de transporte colectivo muy eficiente, con muchas áreas verdes por el crecimiento urbano de la ciudad ya que requiere de nuevos pulmones, con edificios muy modernos y zonas residenciales de primer nivel.

También creo que Torreón está destinado a convertirse en una zona de turismo para gente retirada nacional y extranjera, en donde encuentren hospitales, clubes de golf y lugares de descanso.

PERFIL

A sus 61 años, Manuel Luévanos Sánchez tiene 35 de trabajar en Peñoles.

Nació en Sombrerete, Zacatecas, uno de nueve hermanos y estudió la carrera de Ingeniero Químico en la Universidad Autónoma de las Américas.

Desde 1971 ingresó al Grupo Peñoles, donde ha dirigido las divisiones de Químicos Industriales y el Grupo Metalúrgico-Químico, hasta llegar a su actual puesto como director ejecutivo del Grupo Minas-Químicos.

Hace 30 años llegó a Torreón por primera vez, para una estancia de cuatro años en la planta de Química del Rey. Se mudó a la Ciudad de México pero desde 1993 reside en la ciudad. Con su esposa Laura tiene cuatro hijos que le han dado cuatro nietos laguneros.

Como director de la planta de Peñoles, tuvo que enfrentar la contaminación con plomo que comenzó a detectarse hace ocho años y que significó todo un reto para la empresa en medio de críticas sobre su presencia en la comunidad.

Es miembro de asociaciones internacionales relacionadas con la minería y fue presidente de la Cámara Minera de México. En Torreón se ha involucrado en Fomento Económico Laguna de Coahuila, en las universidades Iberoamericana, Autónoma de La Laguna y Tecnológica de Torreón.