EL UNIVERSAL
CUAUTLA, Mor.- El hijo menor del general Emiliano Zapata Salazar, Mateo Zapata Pérez, fue sepultado ayer en punto de las 16:30 horas en compañía de familiares y amigos, así como de personajes de la política y del movimiento agrario mexicano.
Mateo Zapata fue llevado hasta el panteón municipal de Cuautla, Morelos, en donde hasta 1932 estuvieron los restos de su padre, el general Emiliano Zapata y donde también se encuentran los restos de sus hermanos Nicolás, María Luisa y María Elena.
El cortejo fúnebre salió de la casa de Mateo, ubicada en la esquina Avenida Puente de Ixtla y Avenida Cuernavaca, en punto de las 13:00 horas. Su primera parada fue en la presidencia municipal en donde se montaron varías guardias de honor.
El fallecimiento de Mateo Zapata fue motivo para que se reunieran de nueva cuenta los hijos del general revolucionario, Ana María Zapata y Diego Zapata quienes tenían años de no verse.
En la Iglesia de Santo de Domingo, en punto de las 15:00 horas, se realizó una misa de cuerpo presente en la que en primera fila estuvieron sus dos medios hermanos y su esposa Eloisa Espinoza.
El ataúd que guardaba los restos de Mateo Zapata fue llevado por calles del centro de Cuautla hasta la Plaza de la Revolución del Sur, donde se encuentran los restos de Emiliano Zapata, y ahí, Diego, ya el único hijo varón del caudillo, agradeció la atención que el pueblo de Morelos y en especial de Cuautla ha tenido para con su familia.
Diego se comprometió a seguir luchando por el beneficio de los campesinos y la preservación de los ideales del Plan Ayala.
El cortejo fúnebre caminó por la calle Trincheras hasta llegar al Panteón Municipal donde el ataúd fue depositado en la tumba ubicada en la ampliación de primera clase de este campo santo.
