
Se hizo una verificación a la cafetería de la ESIMA por parte de la Ssa; también se recogieron muestras para su análisis en laboratorio, cuyos resultados estarán pendientes.
El Siglo de Durango
Autoridades de la Secretaría de Salud de Durango (Ssa) realizaron una verificación a la Escuela Secundaria Ignacio Manuel Altamirano (ESIMA, antes No. 6), y de 48 reactivos calificados, 11 tuvieron una evaluación baja, que no resultan, por lo menos a la vista, tan severos en cuanto a la higiene con la que se preparan los alimentos.
Durante la semana pasada, el jueves, hubo un reporte de 12 niños que resultaron intoxicados por tomar alimentos en la cafetería de la institución educativa; varios de ellos resultaron con vértigo, malestares estomacales, dolores y vómito.
Por tal motivo, El Siglo de Durango acudió a esta institución para verificar lo anterior, y según el reporte que fue mostrado, de los 12 adolescentes, sólo siete habían comido gorditas como alimento común en la cafetería de la escuela, mientras el resto habían consumido galletas, papas y hasta bebidas de las llamadas “Pau-Pau”.
Por lo anterior, Raúl Graciano Morales, director de la ESIMA, manifestó que hipotéticamente, al registrarse algunos malestares de algunos alumnos, hubo otros que se autosugestionaron y cayeron en psicosis.
“No es que descalifique que se hayan enfermado. Estamos de acuerdo y lo respetamos, pero no es lógico que niños que consumieron un ‘Pau-Pau’, o que hayan consumido unas galletas ‘Príncipe’, se hayan enfermado, cuando estos productos se encuentran cerrados y no tienen contacto con la gente que los vende”, indicó.
Por otro lado, informó que el lunes pasado acudió personal de la Ssa a realizar la verificación sanitaria correspondiente, en donde se mostraron 11 reactivos con una calificación de cero (las evaluaciones fueron: 2 para excelente, 1 para regular y 0 para malo), y sólo una de ellas obtuvo 1, mientras el resto tuvo un 2.
Fue mostrada el acta en donde se explican los puntos verificados, y en realidad la mayoría son algunas modificaciones que tienen que hacer a infraestructura, utilización de utensilios desechables, uso de cubrepelo para las personas que manejan los alimentos, etcétera.
El personal que prepara los alimentos también se hizo un examen para comprobar que no tenga algún tipo de enfermedad que pudiera contagiarse en el manejo de los alimentos; los resultados aún estaban pendientes.
También se le dijo a una persona que vendía papas fritas que ya no podía acudir al interior de la escuela, a causa de las acciones sanitarias que se están realizando durante los últimos días.
Demanda
Si bien se hizo una verificación a las instalaciones de la cafetería o cooperativa al interior de la Escuela Secundaria Ignacio Manuel Altamirano (ESIMA, antes No. 6), por parte de la Secretaría de Salud de Durango (Ssa), el director de este plantel, Raúl Graciano Morales, manifestó que también es necesario que se haga algo al respecto con los vendedores ambulantes.
Explicó que no es justo que si un alumno se enferma, presumiblemente porque compra algún producto con vendedores ambulantes que se encuentran en las orillas de las escuelas, se le cargue la culpa a la ESIMA, y en este sentido pidió a las autoridades de Inspección Municipal que hagan las revisiones correspondientes.