La miomatosis uterina es el tumor benigno (no canceroso) más común en la mujer. Se dice que una de cada cuatro mujeres pueden padecerlo. La gran mayoría de estas mujeres no tienen ningún problema por padecerlos. Ahora bien los miomas pueden ocasionar problemas dependiendo de su tamaño, localización o número.
La edad en la cual más frecuentemente se presentan es entre los 30 y los 40 años de edad, pero en verdad se pueden presentar en cualquier momento. Su presencia va a depender sobre todo a la presencia de hormonas femeninas (estradiol), por lo que es difícil encontrarlos en la adolescencia o en la postmenopausia, en cambio no es raro observar que aumenten durante el embarazo.
Los miomas también llamados leiomiomas (tumores benignos de la matriz) o fibromas son secundarios al crecimiento anormal de un grupo de células de la pared uterina. La localización es variada y pueden estar en la superficie del útero, en el grosor de su pared o en el interior del útero; aunque existen combinaciones. Los tamaños pueden ser muy variados y son desde muy pequeños hasta tamaños que abarcan toda la pelvis y parte baja del abdomen.
Los síntomas más comunes son:
1)Cambios en el sangrado menstrual.
•Mayor cantidad.
•Mayor duración.
2)Dolor a la menstruación.
•Sangrado en momentos no menstruales
•Anemia
3)Dolor.
•Pelvis o parte baja de la espalda.
•Dispareunia (dolor a la relación sexual).
4)Opresión.
•Dificultad para iniciar micción, orinar frecuentemente en pequeñas cantidades.
•Estreñimiento o/y opresión rectal.
5)Fertilidad.
•Esterilidad.
•Pérdidas fetales.
La gran mayoría de las mujeres presentan combinaciones de estas molestias.
El diagnóstico se realiza por medio de la historia clínica y se puede corroborar con estudios como el ultrasonido, histerosalpingografía, laparoscopía e histeroscopía.
El tratamiento va a depender de los antecedentes de cada paciente y de los síntomas de cada una de ellas. Pero en general se considera que deben de recibir tratamiento siempre y cuando presente, hemorragia menstrual abundante o continua, cuando se asocian a otro tumor (por ejemplo de ovario), crecimiento rápido, dolor pélvico o problemas de fertilidad.
Como se comentó previamente hay muchas mujeres que no presentan síntomas y no se ven afectadas por la presencia de los miomas y por lo tanto no requieren tratamiento siempre y cuando el tumor no sea grande. En el caso de las mujeres que se encuentren cerca de la menopausia y que no tengan molestias severas pueden no requerir de tratamiento.
En el caso de que exista embarazo y miomatosis uterina, en general no va a causar problemas ni a usted ni a su bebé. Lo que sí se presenta en general es un aumento del tamaño de éstos por el estado hormonal en el cual se encuentra. En el caso de dar problemas pueden ocasionar, pérdidas fetales, paros pretérminos o presentaciones anormales (que el bebé no se coloque de cabeza al final) y por lo tanto la necesidad de realizar una cesárea. En más raras ocasiones los miomas también pueden obstruir la salida del útero y no permitir la salida del bebé, en estos casos también es necesaria la realización de una cesárea. La otra complicación que se puede presentar es que después del nacimiento la presencia de sangrado uterino importante lo cual es una verdadera urgencia y que puede ameritar la extirpación del útero en ese momento.
El tratamiento consiste en remover el o los tumores, y esto se puede realizar de dos formas miomectomía (extirpación del mioma) o histerectomía. Antes de la cirugía ciertas mujeres pueden requerir de un tratamiento a base un análogo de GnRH (Zoladex) para disminuir el tamaño de los miomas.
a)Miomectomía: Consiste en retirar únicamente los tumores sin quitar el útero. Esto se puede realizar por medio de laparoscopía, histeroscopía o laparotomía (cirugía que se realiza abriendo la pared abdominal).
b)Histerectomía: Ésta consiste en retirar el útero, incluyendo los momas. También se puede realizar por laparoscopía o laparotomía.