Durante su actuación en Gómez Palacio, Jaguares deja inconformes a sus fans, quienes les piden más canciones.
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Los guerreros estaban listos para iniciar la batalla; tanto hombres como mujeres portaban su ?uniforme? en color negro, carecían de cascos sin embargo muchos de los ?combatientes? se distinguían por su larga y suelta cabellera.
Sólo estaban a la espera de su líder, el ?dios jaguar? para dar inicio con el enfrentamiento; no se encontraban en ningún campo de batalla ni en un sitio de reclutamiento sino en el palenque de la Expo Feria de Gómez Palacio, en el cual aún sin los cabecillas del batallón presentes, ya se sentía la adrenalina.
Finalmente, a las 11:45 de la noche del sábado el ?dios jaguar? ?Saúl Hernández- y sus ?sacerdotes? Alfonso André y César ?Vampiro? aparecieron ante sus fieles seguidores que los recibieron con los brazos extendidos y unos gritos con los que les rindieron tributo.
Los sonidos de las potentes guitarras de Saúl y ?Vampiro?, la feroz batería de Alfonso, y las percusiones y el bajo de los otros dos ?pupilos? de Los Jaguares, dieron inicio con la pelea; pero no se trataba de aniquilar a nadie en especial, por el contrario, la lucha era interna. Los aproximadamente mil 500 asistentes se enfrentaron su propia realidad gracias a la música y las letras de amor, paz y denuncia que el ?dios jaguar? y sus sacerdotes entregaron a diestra y siniestra y que entraron por cada poro de la enardecida gente.
Nubes, Mátenme Porque me Muero y La Forma fueron los primeros ?golpes?. Los peleadores estaban extasiados; unos cerraban los ojos a la vez que cantaban, otros veían hacia lo alto como si estuvieran haciendo una plegaria y otros más seguían cada movimiento de sus líderes. A final de cuentas estaban ahí para acompañarlos y para reiterarles su fidelidad, lo cual hicieron al entonar Dioses Ocultos y Amores que Matan.
Aquellos jóvenes que antes del espectáculo tomaban cerveza, sucumbieron ante el hechizo del líder de Jaguares cuando éste se dirigió a ellos por primera vez: ?Gracias por estar aquí?. Enfrente de él, dos mujeres combatientes, también vestidas de negro, movían una manta que tenía el letrero ?Ciudad Juárez nunca te doblarás?.
Y es que las plegarias de paz y de justicia también se hicieron presentes. ?Gracias. La siguiente rola va dedicada a toda la gente que está en la calle... los vagabundos, los olvidados, personas que tienen mucho más poder que nosotros, que son fuertes?, dijo Saúl Hernández, para darle paso a Así Como Tú y a un grito aislado de un joven que no reparó en decir ?¡Saúl eres mi ídolo!?
El calor humano y las emociones eran muchas, fue entonces que el ?Dios Jaguar? optó por quitarse su chamarra de mezclilla y dejar al descubierto sus tatuajes y la letra de La Vida no es Igual.
El reducido espacio que había entre las filas no le permitía a la gente hacer su acostumbrado slam, así que convirtieron toda su energía en gritos al momento de empezar el tema más esperado de la noche: La Célula que Explota. Los gritos ensordecedores del público simulaba unos guerreros a punto de iniciar la batalla; las manos arriba, las melenas moviéndose, las gargantas a todo lo que daban. La escena fue la misma cuando Saúl y su séquito entonaron Ayer me Dijo un Ave, tema que hicieran éxito cuando aún eran Caifanes.
El calor humano poco a poco comenzó a convertirse en una hoguera, discretos roces entre algunos asistentes comenzaban a darse, orillando a los elementos de seguridad a ?parar antenas? para mantener todo bajo control.
Y Todo te da Igual, Secreto, Cuéntame tu Vida y Miércoles de Ceniza ?esta última entonada por Alfonso- le echaron más leña al fuego. Se estaba perdiendo el control, así que a la 1:00 de la mañana, ?El Dios Jaguar? y sus ?sacerdotes? dejaron el redondel.
Apenas habían cantado 15 canciones, muy poco para los tres años que los fans de Jaguares tuvieron qué esperar para volverlos a ver en La Laguna, así que los hicieron regresar pero no con su típico ?¡otra!? sino con un contundente ?¡....ulerosss!? que causó tal efecto, que la banda regresó con Viento, Te lo Pido Por Favor y La Negra Tomasa.
Aquello estaba que ardía, las chicas que se encontraban en las primeras filas comenzaban a poner en jacque a los elementos de seguridad pues querían llegar a Saúl; una riña en las primeras filas también comenzaba a salirse de control, así es que sin importar que todavía les faltaran cuatro canciones más por entonar (según el programa que traían), los integrantes de Jaguares se fueron a la 1:13 de la madrugada entre un mayor reproche de ?¡...uleros!?.
El final sí que fue una batalla: hombres y mujeres ingresaron al ruedo para tratar de alcanzar a sus líderes antes de que entraran al túnel, policías tratando de evitarlo, gritos y empujones. Indudablemente, algo para lamentar.
Con lupa
Durante el concierto, hubo algunas otras eventualidades.
-El detalle: alrededor de las 2:00 de la mañana, al salir por la parte trasera de su camerino, Saúl Hernández se acercó a un grupo de fans para darle autógrafos antes de subir a su camioneta.
-Lo malo: pese a la petición de la prensa, la banda se negó a dar entrevistas, ?El Vampiro? se limitó a decir que les pareció muy padre el concierto y que la banda está celebrando los diez años de Jaguares con una gira.
-Para mejorar: debido a lo mal ecualizado del sonido, no se le entendía bien a Saúl lo que decía.
-Para olvidar: las riñas que hubo entre algunos fans, y por supuesto, la intervención de los elementos de seguridad.
