Nosotros DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD Eventos MODA

Pequeñas especies / MI PRIMERA MASCOTA

M. V. Z. Francisco Núñez González

?Sultán? fue el primer perro que tuvimos en la familia, dicen por ahí que para valorar realmente a un perro se necesita haber pagado por él, en nuestro caso sucedió todo lo contrario, llegó a casa como regalo de mi padre cuando yo tenía siete años de edad y fue tan querido como un hermano y tan importante como el mismo abuelo.

No teníamos ni la menor idea de cómo cuidar a un cachorro de seis semanas de edad, fuimos seis hermanos en la familia y siempre estuvimos al pendiente de nuestro perro, comía lo mismo que nosotros, incluso cuando pasaba por la casa el vendedor de helados, comprábamos también uno para él y lo sostenía cruzando sus patas delanteras echando su pecho en el suelo, sin que tocara el suelo el helado lo lamía hasta terminarlo, era todo un espectáculo verle comer, nunca conoció el alimento para perro.

?Sultán? tenía un gran vicio por la calle, escapaba cuando había oportunidad especialmente durante las noches, un velador nos hacía el favor de meterlo a casa en la madrugada, lo cargaba por las patas delanteras y apoyando él las patas traseras entraba caminando con sus orejas echadas hacia atrás, como apenado por haber pasado toda la noche fuera de casa, luego dormía en el jardín placenteramente, no sin dejar de estar siempre alerta cumpliendo muy en serio la función de guardián. Si llegaba a estar en la calle cuando nosotros nos dirigíamos a la escuela por las mañanas, nos perseguía por atrás del automóvil durante un buen tramo, lo mirábamos por la ventanilla trasera y hasta parecía sonreír gozando la persecución a toda velocidad por el bulevar Revolución, recuerdo cómo sus orejas se movían con el viento, en ocasiones mi padre bajaba del auto y le regañaba. ?Sultán? lo escuchaba sentado, sabiendo que estaba haciendo algo mal agachaba la cabeza y se regresaba solo a casa después de la amonestación.

Aunque no era de casta pura, cruza de Bull Terrier y Boxer de color atigrado, inteligente y leal, era todo un titán para cuidar a sus amos y su territorio, jamás hubo perro alguno que lo doblegaba cuando le buscaban pleito en la calle, nunca llegó a morder a persona alguna, noble y afectuoso con toda la gente que veía él que eran nuestros amigos.

En una ocasión enfermo cuando tenía dos años de edad, empezó a estar triste, tropezaba con los objetos, los ojos tomaron un color púrpura y perdió la vista, recuerdo que le lloramos y me sentí impotente por no poder ayudarle, tal vez fue una de las razones de haber escogido mi profesión.

La medicina veterinaria en los años sesenta no se encontraba tan adelantada como hoy, y los tratamientos dejaban mucho que desear, no por los médicos veterinarios de antaño, sino por las enfermedades causadas por virus que hasta la fecha son los principales dolores de cabeza de nuestra profesión. Afortunadamente mi perro recuperó la salud y su vista, más por sus propias defensas que por los medicamentos de aquel entonces, lógicamente en aquel tiempo no me daba cuenta de las enfermedades, y de la efectividad de los tratamientos, confiaba ciegamente en nuestro veterinario.

Un día al regresar de vacaciones ?Sultán? ya no se encontraba en casa, nos hicieron creer que se había extraviado, años después supimos que se puso grave y mi padre en la madrugada lo llevó al veterinario, días después murió y el diagnóstico postmortem fue de una ?parasitosis? diagnóstico que ahora, cuarenta años después no me convence en lo absoluto.

Cuando tengo en la mesa de exploración a un perro y veo a los dueños angustiados por su mascota grave, me doy cuenta que todas sus esperanzas están en mis manos, me viene a la mente mi primera mascota y trato de hacer el mejor esfuerzo, pero sobre todo actuar con ética y honestidad.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 218449

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx