El Universal-AEE
MÉXICO, DF.- Murió ayer la actriz Lilia Prado a los 78 años de edad, debido a una enfermedad renal que se complicó con una falla pulmonar y que le causó un infarto, informó su hermana Marisa.
Leticia Lilia Amezcua Prado su verdadero nombre nació un 30 de marzo de 1928, agregó su consanguinea, que indicó que también participó en más de 100 películas, pero alcanzó la cima cuando trabajó a lado del cineasta español Luis Buñuel. La actriz falleció a las 12:30 horas, pero nadie de su familia se acordó de enviar un comunicado a la prensa, ni siquiera la Asociación Nacional de Actores, a quien se le reportó el deceso informó a los medios.
Eran mediados de los ochenta. Los holandeses descubrieron lo que los mexicanos saboreaban desde los cincuenta: una mujer esplendorosa, cachondísima donde ponía un pie, con una mirada y un porte que los hacía caer de bruces.
Ella protagonizó La Ilusión Viaja en Tranvía (1953), de Luis Buñuel, donde se le vio como un ser erótico, lo cual era una ofensa para ella.
En el Palacio de Bellas Artes, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas entregó a Lilia Prado el Ariel de Oro por su trayectoria.
Originaria de Villa de Zahuayo, Michoacán, Leticia Lilia Amezcua Prado -cuyo nombre artístico quería que fuera Sonia y al no poder hacerlo denominó así a su perra. Comenzó, en el año de 1947, en La barca de oro y Soy charro de rancho grande. No trabajó mucho tiempo de extra, porque no aceptaba cualquier trabajo al no tener necesidad para ello, hizo un buen papel en Dueña y Señora.
En ese tiempo ganó también el título de Señorita Novel de la pantalla.
Su primer estelar en pantalla fue en Confidencias de un Ruletero (1949), junto con Adalberto Martínez Resortes, a partir de entonces hizo muchas comedias, cintas musicales donde aparecía ?bailando y enseñando las piernas?.
Fue Ismael Rodríguez quien le dio el primer papel en el que no tenía que bailar y fue en 1950 cuando realizó Las Mujeres de mi General, al lado del inmortal Pedro Infante.
Ausente del cine desde 1988, con una filmografía que abarca 100 títulos, Lilia Prado trabajó con los directores y actores más importantes de su tiempo.
Su consagración se dio cuando fue llamada por Luis Buñuel para intervenir en Subida al cielo (1951).
-Pero nunca le dieron un Ariel, ni por Talpa (1945), de Alfredo B. Creevena, para la que estuvo nominada.