México, (EFE).- El caso de un cura católico arrestado bajo cargos de matar a su amante evocó la situación de varios pueblos mexicanos donde algunos religiosos "duermen con su mujer al lado y el arma al cinto", dijeron a EFE expertos en religión.
El sacerdote César Torres, párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en el municipio de Nezahualcóyotl, cerca de Ciudad de México, fue detenido como presunto asesino de verónica Andrade, de 22 años de edad y con quien estaba ligado sentimentalmente.
Fiscales del Estado de México, donde queda Nezahualcóyotl, dijeron que el religioso aceptó haber atacado a Andrade después de que ella llegase a su parroquia a exigirle ayuda económica para la manutención de la hija de ambos, de 18 meses de edad.
La "pelea conyugal" se produjo después de que Torres oficiase la misa de Resurrección ante decenas de feligreses en el cierre de la Semana Santa
El pasado lunes, la policía encontró el cuerpo de la mujer abandonado en un cementerio y "cercenado de las extremidades y la cabeza desprendida del tronco".
La Fiscalía dijo que el cura presuntamente despedazó con un cuchillo de cocina el cuerpo de Andrade en el baño de la casa parroquial, "para luego embolsarlo y tirarlo en el exterior del cementerio de El Rosedal", en el municipio de Chimalhuacán, próximo a Nezahualcóyotl.
El sacerdote será procesado como presunto responsable de los delitos de homicidio calificado y los cometidos contra el respeto a los muertos y violaciones a las leyes de inhumación y exhumación, señaló la Fiscalía.
Este caso "pone de presente la situación de muchos religiosos de diversos pueblos de México, donde duermen con su mujer a un lado y la pistola o el cuchillo al cinto", dijo a EFE el académico Jorge Esteban Daza, especialista en asuntos de la religión.
Daza aseguró que los casos de religiosos con hijos o acusados de cometer actos violentos "son antiguos y se registran en muchas regiones del país, aunque en los últimos años se han hecho más notorios en el Estado de México, Guerrero, Chiapas y Oaxaca (sur)".
"Tal vez, el asunto de fondo que estas situaciones reflejan sea el cuestionamiento al celibato obligatorio en el rito latino de la Iglesia Católica", enfatizó Daza, experto en historia de la religión y los movimientos religiosos en México.
Por su parte, el especialista Rodrigo Guerra, asesor del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), opinó que el caso de Torres representa "una violación al voto del celibato que él aceptó libremente" y "un delito que deberá ser investigado y sancionado por las autoridades correspondientes".
Guerra, profesor de Filosofía de la Religión de la privada Universidad Panamericana de México, opinó, además, que la situación del sacerdote Torres "refleja una falla en su formación sicológica y afectiva", pero en ningún caso una demostración de que la jerarquía de la Iglesia debe eliminar el celibato para el rito latino.
Fuentes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y portavoces de jerarcas católicos consultados por EFE se abstuvieron de referirse al caso de Torres y anunciaron que próximamente habrá "un pronunciamiento institucional" al respecto.
Los críticos de la Iglesia y miembros de confesiones protestantes y musulmanas, que se disputan con ella el "jugoso mercado de los valores espirituales en México", consideran que el celibato y los ritos de los católicos "son muy rígidos y no son aplicables en este tiempo en América Latina".
