¡Ay!, ¡Cuidado! ¡Órale! ¡Sopas! ¡Sácale! ¡Bolas! Las interjecciones son palabras exclamativas o admirativas con las que expresamos algún sentimiento muy vivo, repentino o sorpresivo. Interjección fue la que lanzó Arquímedes un día que se estaba bañando? ¡Eureka! ¡La encontré!? Se refería a la fórmula aquélla del líquido que desplaza un cuerpo cuando se sumerge, como le pasó a él al sumergirse en la tina.
¡Eureka! ¡La encontré!, gritaba entusiasmado. En efecto encontró la fórmula. Lo que no encontró en su euforia fue una toalla para cubrirse cuando menos sus partes llamadas pudendas y por eso fue que se salió a la calle totalmente en-cuernavaca, escurriendo y gritando su palabreja, lo cual mínimo le debe haber valido que los vecinos levantaran firmas para expulsarlo del barrio, por andar con sus desplantes de loco exhibicionista.
Eureka es una interjección y la dijo Arqui como pudo haber dicho ¡Vámonos recio! ¡Qué a toa malle! O tal vez ¡perrón!, como dirían los muchachos de la época actual. También pudo haber usado algunas otras expresiones que -por respeto- no me atrevo a incluir en este comentario, pero que también juegan en la categoría de las interjecciones.
No le recomiendo que a las interjecciones les busque mucha explicación o trate de interpretarlas en un sentido literal, porque no lo va a lograr. Nacen de un sentimiento repentino e imprevisto y en ellas lo que más importa es la forma en que se digan, la entonación, el volumen, el gesto y la actitud de quien las dice.
¡Rediez! Exclaman los españoles. Pero ¿qué quiere decir rediez? Pues rediez y no le busquemos más. ¡Diantre!? Bueno, en el caso de diantre sí hay una explicación: Diantre, según el diccionario, es el diablo en persona.
¡Zambomba! Es otra interjección muy socorrida por los efusivos hijos de la Madre Patria.
La zambomba es un instrumento rústico musical. Entonces, un zambombazo sería tal vez un golpe dado con ese instrumento musical. Pero imagínese usted al cronista que en lugar de ¡zambombazo! dijera ?golpe dado con un instrumento rústico musical de barro cocido o de madera, hueco, abierto por un extremo y cerrado por el otro, con una piel muy tirante, que tiene en el centro un carrizo el cual, frotado de arriba abajo y de abajo arriba, produce un sonido ronco y monótono??. Si lo dijera todo así, ya para cuando acabe de decirlo, se acabó también el partido o el equipo anotó otros tres goles.
En los ?comics? impresos o televisados, especialmente en los programas de Batman, parte del disfrute está en las interjecciones que aparecen por escrito: ¡soc!, ¡pum!, ¡crack! y ¡cuas!, por ejemplo.
Por lo general, las interjecciones que aparecen en los comics, suelen ser algunas que nosotros, en la vida diaria, jamás nos atreveríamos a utilizar: ¡atiza!, ¡cáspita!, ¡caracoles!, ¡córcholis y recórcholis! Por sólo citar algunas.
Por lo menos yo sé que sí, ante una situación inesperada, lanzo al aire alguna de ésas, se me va a oír muy amanerado. Peligro y alguien vaya a pensar que soy un viejo mañosón y eso, a estas alturas del partido, resultaría altamente nocivo para la salud.
POR SI LAS DUDAS
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PREGUNTA: He oído que llaman a la Universidad nuestra Alma Mater. ¿Qué significa eso?, pregunta Jesús Mario Rentería, estudiante de la Universidad Metropolitana.
RESPUESTA: Alma Mater es una expresión latina que significa la madre que nos nutre. Se aplica generalmente a la escuela superior o universidad en la que uno cursa sus estudios.
FRASE LOCA? DE REMATE
Graffiti escrito en la pared de un convento: Nada hay superior a una madre, excepto la madre superiora. ¿Cómo dijo? ¡Hasta mañana!
