En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.
Jacques Benigne Bossuet, clérigo católico francés y escritor.
Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca.
Jorge Luis Borges, escritor argentino.