La muestra que estará hasta el 22 de septiembre en el Museo de Culturas Populares de Monterrey, contiene 360 piezas de material personal y una película inédita del sanador.
EFE
Monterrey (México).- Una de las mayores exposiciones sobre el famoso curandero mexicano José Fidencio Constantino Síntora, más conocido como el Niño Fidencio (1898-1938), fue inaugurada en Monterrey, informaron sus organizadores.
La muestra, que se puede visitar hasta el 22 de septiembre en el Museo de Culturas Populares de Monterrey, contiene 360 piezas de material personal y una película inédita del sanador, que cuenta con unos 10.000 seguidores en el norte de México.
"El campo del dolor, estética y religiosidad popular del Fidencismo" es el título de la exposición, que alberga piezas personales, artefactos de curación y otros artículos que usó el Niño Fidencio en vida, dijo a Efe Julio González, portavoz del Consejo para la Cultura de Nuevo León.
"Toda esta muestra estará ambientada por la proyección de la película 'Niño Fidencio, el taumaturgo de Espinazo', de Nicolás Echevarría", precisó el portavoz del museo.
La cinta estaba perdida por lo que su exhibición es uno de los principales atractivos de la muestra.
Además hay una serie de 36 fotografías de Leopoldo Castro Moreno, que fueron cedidas en préstamo por la familia Ibarra López, propietaria de un museo con objetos alusivos a Fidencio en el municipio de Mina, en el estado de Nuevo León, añadió González.
José Fidencio Constantino nació en la ciudad de Guanajuato en 1898 y murió en 1938 en Espinazo, un pueblo pobre y olvidado ubicado en una zona semidesértica del norte de México.
El sanador operaba con vidrios, hierbas, con corteza de un árbol pirul, metiendo a los enfermos en un charco de agua sucia o subiéndolos en un columpio que estaba fuera de su casa.
Actualmente la población de Espinazo no alcanza los mil habitantes pero durante una semana del mes de marzo y otra en octubre es invadido por alrededor de 150 mil peregrinos, fieles creyentes en Fidencio.
Los visitantes provenientes de todas partes de México, del sur y oeste de Estados Unidos, celebran esos días las Fiestas del Niño Fidencio.
Los fieles acuden a buscar una cura a sus enfermedades, a orar por propio bien y el de sus familias, o a dar gracias por los favores recibidos por el Santo Niño, cuyo culto, una síntesis de los ritos paganos con el cristianismo, no está reconocido oficialmente por las autoridades.
En su día los milagros del Niño Fidencio llegaron a oídos del presidente mexicano de aquel tiempo, Plutarco Elías Calles, quien viajó en tren hasta Espinazo con la esperanza de que el sanador le curara de una rara enfermedad.
La llamada Iglesia del fidencista está conforma principalmente por gente humilde, pero se ha ido expandiendo con pequeñas capillas en el sur de Texas y California.