(Parece que uno se pica cuando hace versos. Mientras que no se acabe la inspiración que surjan, buenos o malos).
Ante el vigía de adobe se doblega
la planta que es producto del esfuerzo
y atestigua el combate contra el río;
hay fracasos, hay triunfos, permanece.
Del escombro renace este vigía
el río corre a sus pies en el acecho
no descuida el gigante al enemigo
que al fin también comparte el ideal.
Es tributo la danza de la vida
y llena el horizonte de clamor
rituales se difunden como el eco
contagian al que busca su lugar.
El progreso con firme paso llega
para plantar su riel en la comarca;
lo nuevo al futuro pertenece
con un llanto de máquina surgió.
Las vías extendieron sus tentáculos
para abrazar al mundo en los confines
atraerles al centro de una historia:
pronta ha de comenzar a relatarse.
Hay esta vez un cuento que comienza
con la visión del hombre que ha de ver
lo que es posible crear desde la nada
con sólo inteligencia y corazón.
Hay esta vez un cuento que dibuja
las calles ordenadas y derechas
con un amplio horizonte como brazo
que recibe al hombre emprendedor.
Esta historia se trata de migrantes
han recorrido el mundo antes de ver
el caudal de fogosas tolvaneras;
invitan a sus sueños a parirse.
?La Esperanza?, ?La Unión?, ?La Fe?, ?La Alianza?,
son virtudes que esculpen al espíritu;
y se forja la nueva sociedad
con un ferrocarril como nodriza.
En esta estación llega quien lo quiere.
Los españoles, los árabes y chinos,
de Australia, Palestina, de Alemania,
el futuro será cosmopolita.
El creciendo sinfónico se escucha
el martillo, la pala, el azadón,
rugen prosperidad las chimeneas,
las percusiones suenan por las máquinas.
(¿Continuará?) Comentarios [email protected]