Washington, (AP).- En una demostración de la ingenuidad del hombre, así como su capacidad para provocar y soportar dolores atroces, los investigadores han descubierto que el torno dental se remonta a nueve mil años atrás.
Los dentistas primitivos perforaban los dientes de pacientes vivos, pero sin duda desdichados, entre el 7,000 y el 5,500 a.C., informa un artículo en la revista Nature. Los investigadores fecharon por lo menos nueve cráneos con 11 perforaciones de torno hallados en un cementerio en Pakistán.
Eso significa que la odontología tiene por lo menos 4,000 años más de lo que se pensaba, y antecede en varios milenios a la invención tan útil de la anestesia.
El trabajo no era elemental. Las piezas dentales perforadas eran molares difíciles de alcanzar. Y en por lo menos un caso, el odontólogo primitivo logró perforar desde la pared anterior de la pieza hacia adelante.
Algunas perforaciones eran de hasta 3.5 milímetros.
"Eran orificios perfectos, parejos", dijo uno de los autores, David Frayer, profesor de antropología en la Universidad de Kansas. "Mostré las fotos a mi dentista y los orificios le parecieron asombrosos".
El solo pensar en cómo se hacía provoca dolor. Los investigadores descubrieron que se usaba un pequeño arco para introducir tornos de pedernal en los dientes. Se hallaron esos artefactos en el lugar. El autor del estudio, Roberto Macchiarelli, antropólogo en la Universidad de Poitiers, Francia, y sus colegas simularon el procedimiento en dientes humanos sueltos, que lograron taladrar en menos de un minuto.
"Sin duda era sumamente doloroso para el paciente", dijo Macchiarelli.
Sorprendió a los investigadores lo avanzada que era la sociedad en la provincia pakistaní de Baluchistán. Los pacientes eran hombres y mujeres.
La odontología, que probablemente evolucionó a partir de la fabricación de cuentas ornamentales, se practicó durante unos 1,500 años hasta el 5,500 a.C., dijo Macchiarelli. Después de esa fecha desaparecen las señales de esos trabajos.
Macchiarelli y Frayer dijeron que probablemente se realizaba para aliviar el dolor de las caries.
Macchiarelli mostró un pobre paciente al que le habían taladrado una muela dos veces. Otro tenía señales de taladro en tres piezas. Cuatro piezas mostraban secuelas de caries.