Agencias
MONTERREY, Nuevo León.- Una evaluación psiquiátrica realizada a Diego Santoy Riveroll lo reveló como una persona que debe ser considerada altamente peligrosa y con el potencial para cometer delitos graves.
Éstas son las conclusiones del perito en psiquiatría Magdaleno Pérez Hernández luego de entrevistar en cuatro ocasiones, en un cuarto sin cámaras de la casa del arraigo en Escobedo, al homicida confeso de los niños Peña Coss y León, quien además intentó asesinar a su ex novia Érika Peña.
Durante las sesiones, Santoy reveló información que lo define como una persona agresiva, sentimiento que se acrecentó cuando Érika terminó el noviazgo con él en diciembre del año pasado.
?En su casa (Santoy) buscaba pelear constantemente con su hermano menor, llegando a presentar en una ocasión un episodio donde él se encontraba en el cuarto donde su hermano dormía, y él estaba observándolo mientras pensaba en hacerle daño?, dice la evaluación.
El deseo de agredir sin motivo, agrega el escrito, llegó hasta la casa del arraigo.
?(Santoy) aporta una observación acerca del momento actual, diciendo que experimentó el deseo de agredir físicamente a su compañero de cuarto en el lugar en el que se encuentra recluido sin ninguna razón?.
El especialista descarta que Santoy padezca algún trastorno psicótico y que se puede considerar que tiene un nivel de inteligencia promedio.
El estudio fue entregado a la Procuraduría de Justicia el 28 de marzo, como una de las últimas pruebas anexadas antes de la consignación de Santoy ante el juez primero de lo Penal de Monterrey.
Durante las entrevistas que sostuvo el psiquiatra con Santoy, el presunto homicida narró diversas etapas de su vida, pero asegura recordar muy poco sobre el homicidio de los niños Érik, de siete años, y de María Fernanda, de tres años, el pasado dos de marzo en la Colonia Cumbres Segundo Sector.
Además de la evaluación siquiátrica realizada por Pérez, una psicóloga clínica también realizó estudios a Santoy, que arrojaron resultados similares.
También a Érika Peña se le practicó un dictamen sicológico mientras se recuperaba en el Hospital Universitario.