El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- En 1999 salió una cinta de terror juvenil que se veía destinada a ser una más del montón, su premisa inclusive parecía tonta y digna de un buen churro cinematográfico, su nombre: Destino Final (James Wong), al contrario de lo que se pensaba resulto todo un éxito y hasta logró colocarse como toda una franquicia.
Esa primera parte colocó una buena idea en pantalla, aunque la ejecución fue un tanto rebuscada y por momentos se tornó ridícula, pero de que tuvo lo suyo, lo tuvo, tanto así que se hizo una segunda parte, que en lo personal me gustó más, pues omitió gran parte de la confusa mitología establecida en la primera, al mismo tiempo que simplificó la premisa y descartó toda ínfula de grandilocuencia narrativa. En otras palabras, reconoció su humilde origen y procedió a cumplir con gran entusiasmo su labor de matar al elenco de la forma más imaginativa posible.
Gracias al éxito de la segunda parte y como no es raro en Hollywood, se hizo una tercera parte, creando así una franquicia del estilo de las películas de Scream (Wes Craven). Ahora, con Destino Final 3 regresa el director original, James Wong, y aunque tomó la sabia decisión de dejar intacta la estructura de la cinta previa, no pudo evitar complicar el argumento con innecesarios elementos sobrenaturales que, honestamente, salen sobrando.
El argumento sigue a Wendy Christensen (Mary Elizabeth Winstead) y un grupo de amigos que se divierten en un parque de diversiones, estos deciden subirse a una emocionante montaña rusa. Wendy tiene entonces una terrorífica premonición de un accidente fatal, y logra evitar que sus amigos se suban al juego mecánico.
La premonición se cumple, desde luego, y muchas personas mueren en el accidente, pero al salvar su vida y la de sus amigos, Wendy alteró el plan de la muerte, de modo que el destino, o quizás la muerte misma empieza a acechar a los jóvenes, eliminándolos en bizarros accidentes e improbables circunstancias. Entonces, Wendy descubre que en las fotografías que tomó esa noche hay pistas que quizás indican el modo como cada uno de ellos morirá, y con la ayuda de su amigo Kevin (Ryan Merriman), trata de salvar al resto de los jóvenes.
Como ven la premisa es igual a la de sus antecesoras, y la verdad no hay nada nuevo, lo único que se podría esperar tal vez, sería que las muertes fueran más grotescas e imaginativas que en las dos entregas pasadas, tal y como sucedió con la segunda parte, lo malo es que esto no sucede y al contrario, más de lo mismo la vuelve tediosa y aburrida.
La verdad en cintas como ésta lo importante no son los diálogos ni la pericia narrativa, ni quién vivirá y quién morirá, por que de antemano sabemos que la mayoría del elenco no llegará al final, el suspenso aquí se basa en cómo morirán los personajes, en ésta tercera secuela la tensión se consigue con la anticipación de las muertes, ya que muchas veces se trata de confundir al espectador con el cómo perecerán las víctimas.
Ahora viene el principal problema de este filme, y lo peor es que no es culpa de sus creadores ni mucho menos, el que esta secuela se quede a medias y no cumpla su cometido, y la verdad este a una nada de ser un bodrio, es culpa ni más ni menos que de los distribuidores de la película en México.
¿Por qué digo esto?, muy fácil, en todo el país nos llegó una versión cortada, aunque parezca extraño así es, las escenas sangrientas, vamos, las escenas de las muertes, que es lo que vende y ofrece ésta franquicia, están cortadas, por ridículo que parezca no vemos cómo mueren los personajes, los cortes son abruptos y nos dejan a la imaginación cuál fue el destino de las víctimas.
Si se preguntan cómo puede ocurrir esto, pues también es muy fácil, la distribuidora en México al ver que una cinta como ésta tiene su mayor público en los jóvenes, decidió cortarla para que quedara en clasificación ?B-15? y no ?C? como venía de Estados Unidos, convirtiéndola en una película mocha y sin chiste alguno, ya que como lo dije arriba su valía radica en la forma de matar a sus personajes.
Es por eso que la verdad no se puede criticar objetivamente ésta cinta, ya que no la pude apreciar completa, aunque la verdad omitiendo eso, no es la gran cosa, inclusive es bastante repetitiva en cuanto a las dos partes anteriores.
En conclusión, ésta secuela se queda en el camino, por repetir algo ya visto en los dos filmes pasados, y sobre todo por culpa de los descerebrados distribuidores mexicanos que la cortaron, prefiero volver a ver la segunda parte para divertirme más.
Título original: Final Destination 3.
Elenco: Mary Elizabeth Winstead, Ryan Merriman, Kris Lemche, Amanda Crew.
Director: James Wong.
Calificación: **
En dos palabras: repetitiva y tediosa.
Mínimo * Máximo*****
