Si quieres saber cómo hacer tu vida y la de tu pareja verdaderamente miserables, yo te digo cómo. ¿Para qué?, te preguntarás. Bueno pues, quizá para que, de una manera exagerada y obvia, en este día del amor y la amistad podamos mirarnos en un espejo y evitar estas posibles conductas destructivas que quizá tenemos; y así, acercarnos a hacer de la vida algo más gozoso. 1. Remilga. Nada contagia más el negativismo y la mala vibra que ese gemidito. ¿Ya sabes?, así como cuando te aprieta el zapato, estás cansada/o, te va dar gripa y quieres que todo el mundo lo sepa. Acompáñalo con frases como: A nadie le importo..., nada de lo que hago es suficiente... Pronto verás que aún la persona más positiva termina por pegarse al techo, evitarte o suicidarse. 2. Échale la culpa a otros. En lugar de reconocer y tratar de ver tu error para así resolver las cosas, tú niega toda responsabilidad con argumentos tipo: ¿y yoo por qué? Con esto, tu pareja se va a enojar, desesperar o, cansado/a, aceptará que sí, que toodo fue su culpa. 3. Compara. Sin importar lo que hagas, no vivas en el presente, porque eso proporciona felicidad. En cambio, compara todo: tu pareja, tu casa, tu trabajo, a ti misma/o con otras personas que para ti son mejores y, por supuesto, menciónalo siempre. Es precioso. 4. Calla. En una pareja que construye su vida juntos, inevitablemente hay discrepancias. La pregunta es: ¿qué haces cuando esto sucede? Una opción es no decir nada, hacer pucheros, estar malhumorado/a y que el problema crezca y empeore. Terrorismo emocional puro. 5. Grita. Cuando se trata de echar a perder una relación, gritar es tan efectivo como callar. La única verdadera ventaja es que hay algo de comunicación verbal. Gritar intimida y, para que funcione mejor, puedes ponerte rojo/a, hacer que las venas del cuello salten y decir cosas como: ¡¡¡¿Y yo qué?!!! 6. Di groserías. La gente que grita casi siempre termina diciendo malas palabras; se alimentan de su propio sonido, el enojo crece y crece y se vuelve más incoherente. Incoherencia significa que las palabras normales no salen, entonces las groserías emergen; y estas palabras tienen el propósito de herir y choquear. Tú dilas con frecuencia, y verás cómo antes de que termines de pronunciarlas, estarás solo/a. 7. Quéjate. Qué placentero es oír quejas, ¿no crees? Especialmente si te quejas de todo, de la gente, de tu familia, del mesero, del clima, de tus amigos o compañeros de trabajo... y demás. Es muy efectivo, verás cómo todos te abandonan. 8. Afirma "Tú siempre..." o "Tú nunca...". Si quieres que un problema se quede sin resolver y que el enojo escale de manera inmediata a declaración de guerra, no dejes de decir estas lindas frases. La razón es que él o ella de inmediato también pensará en su propio reclamo, entonces los dos perderán por completo el punto. 9. Sé pasivo/a. Olvida que ésta es tu vida, tu pareja, tu oportunidad de hacer algo. No pienses, no hables, no actúes, ni cometas errores. Deja que tu pareja haga todo por ti, hasta que se canse y te deje por otra persona. Después de todo, la mejor forma de actuar como víctima es... ¡no hacer nada! 10. Encuentra el error. Ignora el hecho de que la gente florece ante el halago. En lugar de observar lo que hace bien, enfócate en todo lo que hace mal; después, hazlo/a sentir mal cada vez que puedas. No falla. El que la vida sea un gozo no depende de los grandes sucesos, sino de evitar estas pequeñas piedritas en el zapato que practicadas a diario nos pueden llegar a hacer la vida verdaderamente miserable. ¿No crees?