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Visión lagunera| 'Una química perfecta'

A pesar de los tropiezos logran conjuntar una empresa con perspectivas.

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El Siglo de Torreón

TORREÓN, COAH.- Con 55 años de experiencia dentro del ramo de agroquímicos, Santiago Vera Olvera ha logrado junto a sus dos hijos (Santiago y Fernando Vera Hernández) crear Agroquímicos Versa, empresas reconocida dentro del sector y fuera de la Comarca Lagunera.

Pese a tropezar dos veces con la misma piedra, el empresario lejos de aminorar su ánimo emprendedor, logró levantarse siempre y aprender de las experiencias que le dejó administrar un negocio local, especializado en la venta de implementos agrícolas, así como haber viajado por el país durante cuatro años para promocionar productos innovadores en los que nadie confiaba, pese a que prometían combatir las plagas en forma más ecológica.

Con un gran entusiasmo por la vida y los negocios, Santiago Vera es un hombre de empresa que siempre le han gustado los retos, por lo que nunca ha vacilado en aventurarse en nuevos proyectos que no se veían con un futuro prometedor, pero que ha sabido encontrarle el lado positivo para convertirlos en negocios rentables.

¿Cómo inicia la historia de su vida?

Soy originario de Querétaro, nací el 25 de julio 1924 y ya voy para los 81 años. Mi padre era contador público y mi madre ama de casa y fuimos una familia con diez hijos. Sin embargo, gracias a mi hermano Esteban que estudió contador público se fue a vivir a Monterrey. En poco tiempo, invitó a mi otro hermano José Antonio a trabajar en un banco en esa ciudad y a mí a estudiar en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey en 1944.

Mi hermano José Antonio se vino a Torreón y decidí venir con él en 1949. Mis dos hermanos ya murieron, pero José Antonio era un banquero entusiasta, ya que fue quien impulsó la construcción del edificio Monterrey y promovió el cambio de cultivos en la región, dado que sólo se sembraba trigo y algodón.

En ese tiempo, la ciudad tenía 90 mil habitantes. Recuerdo que en el bulevar Revolución pasaba la vía del ferrocarril, pero un día a alguien se le ocurrió incrementar la población de la noche a la mañana a 190 mil habitantes, colocando un uno delante de los 90 mil habitantes en un letrero instalado para salir a Monterrey, por la avenida Juárez.

Vine a hacer mis prácticas profesionales en Parras de la Fuente, Coahuila, en Industrial de Parras. Nos dieron un trabajo de mercerizado, ya que traían un problema técnico y no lograban obtener el brillo en la tela.

¿Cuándo logró su primer empleo?

Trabajé en Monterrey en la compañía Celulosa y Derivados. En una ocasión vine a una inauguración y había fiesta. Recuerdo que estaban presentes Mario Lozano Rocha, de Gas Lozano y Guillermo Cantú, gerente de Embotelladora Coca Cola. Ellos junto a mi hermano José Antonio hicieron un negocio denominado Fumigadora Laguna, negocio que daba servicio -a través de Proveedora Agrícola Lagunera (Palsa)- de aplicación de pesticidas con aviones.

Me invitaron a que viniera a la fiesta y como la cosa estaba sencilla, como químico comencé a prepararles ?jaiboles?. Me dijeron que viniera para trabajar en el laboratorio que tenían en 1950.

Y qué le puedo decir, durante varios años trabajé con ellos en las mañanas, por lo que en las tardes comencé a montar una planta de yeso. Sin embargo, a la hora de arrancarla, uno de los socios prometió meter el contrato de la corriente eléctrica para su autorización, pero no se consiguió. En ese tiempo estaba restringida la energía eléctrica, por lo que tuvimos que desmantelar la empresa, pero yo me quedé ?atravesado? con el banco y tuve que pagar lo que se debía a base de trabajo.

¿Recuerda momentos difíciles?

Sí, recuerdo dos crisis económicas muy fuertes en La Laguna: en 1958 y 1968. En 1958, mi hermano José Antonio ofreció al banco Industrial de Monterrey dar en garantía todos sus bienes, confiado que todos pagarían sin mayor problema, pero ante la crisis lo dejaron como a La Magnífica, sin cosa alguna.

Yo le ofrecí los negocios que tenía de representación y lo que hacíamos de comprar y reparar.

-Mencione un proyecto que haya sido un reto para usted-.

En 1956, me ofrecieron la gerencia de Proveedora Agrícola Lagunera, empresa que en ese tiempo era un negocio quebrado y desprestigiado que les debía a todos.

Yo lo acepté porque consideré que era un reto y yo siempre quise estudiar ingeniero agrónomo, pero en la única escuela donde podía estudiar era Chapingo, pero debido a los movimientos comunistas, mi padre me aconsejó que estudiara otra cosa, por lo que elegí la química.

La firma funcionaba como una cooperativa, propuse un tiempo de seis meses para probarme y si realmente podía con el puesto, le seguía, pero si no, me regresaría a trabajar como ingeniero químico.

A la hora que fui a conocer el negocio, sólo tenían un arado como maquinaria. En ese tiempo, se usaba dar la mercancía a la cosecha sin intereses, pero yo les dije que si querían que el negocio persistiera deberían pagar en efectivo, sin dar tantos descuentos.

Por ello, propuse aplicar un buen precio y darle un solo descuento, siempre y cuando el cheque debían dejarlo en el mostrador. Siempre he dicho que hay negocios que nacen mal, pero el que roba no sólo hurta a la empresa, sino a todos lo que trabajamos en ella y es algo que nunca he aceptado.

¿Implementó nuevas estrategias?

Dentro de las medidas que implementé fue pago de contado, con productos de calidad.

En ese tiempo, había una mayor demanda de servicios por parte del sector ejidal, hacían mayores consumos y gracias a las relaciones públicas con el Banco Ejidal se confió a Palsa en 1973 fabricar todos los productos agrícolas.

Después vi que era muy necesario para sostener el negocio ampliar los ciclos de cultivo en La Laguna, ya que anteriormente era de tres meses, por lo que se metieron líneas de ordeñadoras de distintas marcas y otras semillas para diversificar. La ventaja era que todos los dueños consumían en la empresa y por ello se les daba un buen precio y condiciones de pago, no se buscaban muchas utilidades dentro del negocio, pero se podía pagar a los proveedores de contado.

¿Cuándo terminó su ciclo en la empresa?

Laboré para esta empresa 27 años, sin embargo, sufrí un infarto al corazón, durante la administración de Luis Echeverría Álvarez. En ese tiempo se dio una devaluación de la moneda y el negocio debía 84 millones de dólares.

De la noche a la mañana el dólar se fue muy alto, por lo que fui a negociar a Nueva York el adeudo, asegurando a los americanos el pago correspondiente, pidiendo para ello su confianza.

Aunque también se buscó la forma para que el Gobierno autorizara crear la pérdida, éste no lo permitía ya que no había nadie que le quisiera prestar. Hablé con el secretario de Hacienda para tener una ayuda, sin embargo a los cuatro días, el funcionario fue destituido.

Por la crisis económica, un gran número de compañías del ramo manejó una postura de no pagar ante la falta de dinero, en cambio nosotros sostuvimos que cubriríamos el adeudo en 1976.

Entonces, me dije, ¿qué voy hacer? Y pensé que lo mejor era vender el negocio, ya que siempre había funcionado bien.

¿Dónde comenzó de nuevo?

Mi contrato terminó en 1978 con Palsa, sin embargo, me contrató un laboratorio de Chicago en el mismo año. El negocio americano se dedicaba a la comercialización de productos especiales tipo no contaminantes, pero que trabajan de manera diferente a los químicos. Eso sí eran muy ecológicos.

La compañía ya había venido a México, por lo que aseguraban muchos que los productos no servían, pero yo veía que era algo bueno.

Todas las cosas en la vida sí tienen una aplicación y se usa con las personas que las requiere y dan buenos resultados.

Yo hice varias cosas dentro de la empresa, ya que era un producto difícil de ?pegar?, por lo que era necesario hacer una premezcla, ponerle agua y hacer la formulación. Viajando con un proveedor de otra empresa le pregunté si no tenían algo para que el producto biológico se volviera fluable, para lo cual me entregó una muestra, pero con las instrucciones en idioma alemán.

Las muestras se entregaron y pasado un mes, el producto ya era fácil de manejar, pero no me dieron ni siquiera las gracias.

Trabajé para el laboratorio cuatro años, terminando mi contrato en 1982. Hoy en día son los productos que se venden en grandes cantidades por ser ecológicos.

¿Cuándo nace la idea de poner su negocio?

Aún trabajando para la empresa americana, en 1980 mis dos hijos varones empezaron con la inquietud de poner un negocio propio. Me decían que era el momento de aprovechar las buenas relaciones que había hecho durante tanto tiempo, ya que conocía el producto y el mercado, por lo que estaban animados en hacer un negocio. Si no lo hubiéramos hecho en conjunto, ni ellos ni yo lo hubiéramos hecho.

Cuando estuve dentro de la compañía, involucré a mis hijos en el negocio de agroquímicos, llevándolos a trabajar durante las vacaciones en el campo, junto a los ingenieros.

Les pedía que los trataran como si no fueran mis hijos y que les enseñaran a trabajar. Yo no les pagaba mucho.

Mi manera de pensar es esta: ?mientras usted se maneje de manera honesta y honradamente, usted siempre tendrá las puertas abiertas?. Nunca le podrán decir que me echaste a perder esto o lo otro.

¿Lo desanimó el haber sido despedido nuevamente?

En 1982 me dijeron ?hasta aquí? y fui un día a la Basílica de Guadalupe. Llegué y estaba mucha gente juramentando ante la Virgen, entonces yo dije chin... si vuelvo a trabajarle a otros y decidí apoyar a mis hijos en un negocio propio.

¿Cómo arrancaron?

En 1980 nace Agroquímicos Versa y la empresa acaba de celebrar sus 25 años de operaciones. Los inicios se dieron en el cuarto de servicio de mi casa, cuando mis hijos estaban solteros. Ahí empezó el negocio en la colonia Torreón Jardín.

Yo en un principio sólo los apoyaba, ellos eran quienes andaban trabajando. Yo no podía hacer más porque tenía que laborar en el laboratorio de Chicago para sostener la casa. Yo trabajaba en Torreón, pero tenía representaciones y tenía que viajar continuamente.

Yo lo que quería era que los clientes, proveedores y muchachos respondieran, y en vista que todo trabajaba bien, decidimos montar el negocio en el bulevar Revolución.

¿Cuáles fueron las etapas?

Iniciamos como distribuidores de muchas compañías, empezamos a maquilar productos hace diez años. Como nadie nos quería formular o vender productos de empresas locales, decidimos montar una planta propia en 1988 en el parque Industrial de Torreón.

Yo siempre he considerado una cosa ?la competencia es la incompetencia de uno mismo?. Cuando uno no sirve o no es útil, no se queje que lo abandonen, ya que lo más importante son los clientes y ser también lo más confiables con ellos. Por ello nunca recomendamos cosas que no se necesitaran.

Mis hijos son quienes realmente han impulsado la empresa y a tener una penetración a nivel nacional, así como iniciar los planes de exportación a República Dominicana en este año.

¿Cuándo lanzan su marca propia?

Los planes de exportación son con productos de marca propia, pero utilizando insumos de importación.

Trabajamos con puros distribuidores con marca Versa, ofreciendo calidad al público.

El negocio hasta ahora siempre ha estado estable y nos ha dado para vivir con comodidad.

Para tener una sello propio hay que registrarlo y cumplir con las normas del Gobierno y como hay muchos productos dentro del mercado es necesario darle al cliente la razón de porqué nuestro producto es más conveniente. Para ello se participa en ferias y demostraciones de campo hasta lograr que se convenzan que lo suyo sobresale de los demás.

Siempre he dicho que ?la vida es como un libro, hay capítulos para el estudio, para aprender en una empresa y así van pasando, por lo que hay que sacarle provecho a los errores y no repetirlos?.

Una anécdota

Recuerdo un día que se presentó un licenciado que venía de una compañía de fertilizantes a quienes le debíamos y propuso que si le daba mil dólares me esperaría para el pago correspondiente.

Fui a los bancos y lo que tenía era 13 mil pesos y le dí 12 mil 500 pesos, a lo cual el abogado me señaló que si le daba otros mil dólares a las 12 del día me ayudaría, a lo cual contesté, bueno y ¿qué quiere para las seis de la tarde?

Como los bancos no nos prestaban en aquel tiempo, decidí ir a ver a mi amigo (Dios), y le dije bueno tú me metiste aquí en esto, tú dame lo que tú quieras. Llegó en ese momento un cliente, me dijo que le debía a la empresa 54 mil pesos, por lo que me daría 12 mil 500 que traía.

Yo los vi y dije: es exactamente lo que necesito y al entregarlos al licenciado, éste me dijo: ?dígame cómo quiere pagar?. Le contesté que no, que mejor no cobrara los intereses moratorios a la empresa.

Fórmula de vida

En breve, se presentan

las fechas más representativas del empresario dentro

del ramo de agroquímicos.

*El empresario nació el 25 de julio de 1924, en Querétaro.

*Estudió en onterrey la carrera de ingeniero químico en 1944.

*Llegó a La Laguna en 1949.

*Sus prácticas profesionales las realizó en Parras de la Fuente, Coahuila.

*El primer trabajo en la Comarca Lagunera lo realizó en un laboratorio en 1950.

*Trabajó en Palsa en 1956, dejando de laborar después de 27 años.

*En 1978, inició operaciones con un laboratorio de Chicago durante cuatro años.

*En 1980, nace Agroquímicos Versa, a iniciativa de sus dos hijos varones.

*En 2005, la compañía celebró sus 25 años de operaciones.

FUENTE: Investigación

de El Siglo de Torreón

En corto

A continuación algunos datos de la compañía.

*Inicia sus operaciones el 14 de febrero de 1980.

*Se especializa en la comercialización de productos para el campo en la Comarca Lagunera.

*Para el año de 1984, la empresa construye su planta formuladora de agroquímicos en la zona industrial de Torreón con miras a satisfacer la creciente

demanda de sus clientes, principalmente algodoneros, y por otro lado iniciar la venta a través de distribuidores, produciéndose en ese tiempo formulaciones de insecticidas en polvo y líquidos.

*En 1989, la empresa incursiona en la producción y beneficio de semillas, con una planta de selección y tratamiento, ofreciéndose diferentes variedades de algodón, avena, cártamo y trigo.

FUENTE: Agroquímicos Versa

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