Washington, (EFE).- El tejido blando de un tiranosaurio rex hallado en fósiles de un ejemplar que vivió hace 70 millones de años demuestra su alta capacidad de conservación en el tiempo, según indicó un estudio publicado en la revista "Science".
Además, las células que pudiera contener ese tejido blando podrían permitir el aislamiento de sus proteínas, un material que sería crucial en la investigación sobre estos animales, añadió.
Los tiranosaurios eran enormes dinosaurios carnívoros que vivieron principalmente en el continente americano durante el Cretáceo Superior.
Hasta ahora se creía que el tejido blando se podía preservar sólo unos pocos millones de años, pero el descubrimiento de ese material en los restos fósiles incluye una cantidad importante con vasos capilares y células, manifestó la investigadora Mary Higby Schweitzer, de la Universidad de Carolina del Norte.
"La exquisita preservación del tejido...puede abrir avenidas para el estudio de la fisiología del dinosaurio y, tal vez, algunos aspectos de su bioquímica, especialmente si se pueden identificar tejidos blandos en otros fósiles", indicó Schweitzer.
El tejido blanco fue encontrado en el hueso de la cadera de un tiranosaurio rex identificado como MOR 1125 y descubierto en un zona de dunas del estado de Montana. Al morir, el animal tenía unos 18 años de edad.
"Los vasos capilares y su contenido es similar en todos los aspectos a los encontrados en los huesos de un avestruz", señaló el estudio en una referencia a la teoría de que los pájaros modernos son descendientes de los dinosaurios.
En ciertas partes del hueso fósil del tiranosaurio había estructuras fibrosas que eran idénticas a células óseas, llamadas osteocitos, encontradas en las avestruces.
Este descubrimiento es "apasionante" dijo Matthew Carrano, curador del Museo Nacional de Historia Natural.
"Estamos entrando en la biología en pequeña escala de este animal, una oportunidad que raramente se presenta", agregó.