En su visita a Monterrey, el ex mandatario evitó hablar del PRI y de las acusaciones que le hace López Obrador.
MONTERREY, NL., (EL UNIVERSAL-AEE).- El ex presidente Carlos Salinas de Gortari visitó esta ciudad para promover su Fundación Solidaridad, por lo que declinó hablar de su presunta ingerencia en la decisiones del PRI, o de las acusaciones que le hace el precandidato presidencial del PRD Andrés Manuel López Obrador.
Fue a la colonia Fomerrey 111 del sector San Bernabé, donde habló con líderes vecinales sobre su Fundación Solidaridad.
Antes, Salinas estuvo en la casa donde hace diez años realizó una huelga de hambre, poco después del arresto de su hermano Raúl.
El ex mandatario celebró la sorpresiva reunión en una casa que funciona como centro de gestoría de colonos del sector, muy cerca de la vivienda de la regidora priista de Monterrey Rosa Coronado, quien en marzo de 1995 le dio posada.
La junta que se prolongó una hora la efectuó el ex primer mandatario con 30 representantes de comités de barrios de algunas colonias populares de la ciudad.
Salinas de Gortari comentó que su visita es en atención a una invitación de los vecinos del popular sector de San Bernabé para hablarles de su fundación.
"El trabajo que hace la fundación tiene un horizonte de largo alcance viendo al mediano o largo plazo en temas que son fundamentales aquí en las colonias populares como en San Bernabé y en muchas otras del país, en zonas rurales, y con ánimo, mediante la fundación que tengan vínculos con trabajo similar que se está haciendo en otros países".
"Incluso hay otras naciones que a sus programas nacionales de desarrollo que les han puesto solidaridad", señaló el ex primer mandatario al salir de la reunión.
Salinas arribó a la ciudad sin un fuerte contingente de seguridad, acompañado de su amigo el empresario regiomontano Enrique Régules.
La comitiva de Salinas arribó a la colonia Fomerey 111 a bordo de dos camionetas, una Lobo y una Navigator.
Salinas fue recibido por un grupo de unas 50 personas, algunas de las que le manifestaron muestras de cariño y algunas peticiones.
"Siga apoyando a los pobres nosotros creemos en usted y necesitamos que nos ayude, a todos los que no tenemos manera", le dijo una mujer de avanzada edad al ex presidente mientras que Salinas de Gortari se mostraba con buen ánimo.
Salinas de Gortari vestía de sport, un pantalón en color beige y una camisa azul.
El ex presidente proyectaba un buen semblante, recibía besos de las vecinas, abrazos y muestras de cariño, él sonreía.
Salinas no quiso hablar del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de su presunta ingerencia en el partido ni de las acusaciones que le hace sistemáticamente el precandidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador.
