México, (EFE).- La escritora mexicana Elena Poniatowska, (1932-), quien sólo toma té negro y leche antes de escribir, afirmó durante una entrevista que "le gustaría experimentar con el peyote (un cactus que produce efectos alucinógenos) antes de morir".
La autora de "La noche de Tlatelolco" (1968) participó en el ciclo "Conociendo a ..." que se celebró en la Galería del Centro Cultural del Bosque, en la capital mexicana.
Entrevistada por el periodista Javier Aranda, Poniatowska dijo que el fallecido escritor Fernando Benítez (1912-2000) una vez fue a Huatla de Jiménez (Oaxaca, sur) y se hizo amigo de la célebre curandera María Sabina.
"El me contó que fue cuando probó el peyote y se la pasó toda la noche mirando el cielo y las estrellas, sintió que había nacido de nuevo, que fue una experiencia muy buena", dijo la escritora.
Al interrogarla sobre si le importa que la clasifiquen como periodista o como escritora, respondió que no tiene preferencias, únicamente quiere que un texto sea bueno.
Sobre la temática de su más reciente novela "El tren pasa primero" (2005), que aborda la influencia que en los pueblos mexicanos tuvo el ferrocarril y la gran huelga que se vivió en los mismos en 1959, dijo que la misma surgió de entrevistas hechas en una cárcel.
En 1950, un preso llamado Jesús García le escribió pidiéndole que fuera a ver una obra de teatro que se llamaba "Licenciado no te apures", en la cárcel de Lecumberri, en la capital mexicana, y ahí nació su libro y muchas anécdotas más.
"Para un periodista, poder ir a la cárcel a entrevistas es un regalo, porque en la calle la gente no tiene tiempo para dedicártelo, mientras que en las celdas todo mundo está deseoso de un oído, de alguien que lo escuche para contar su prodigiosa vida de mentiras o verdades", indicó.
La autora dijo que una vez llevó al cineasta español Luis Buñuel (1900-1983) a una cárcel de la capital mexicana para que conociera cómo vivían los homosexuales.
"Fue muy impresionante, porque ese día, para recibir a Buñuel les habían dicho que se tenían que poner su uniforme de preso, pues algunos se vestían de mujer, y a uno que no se quitó el maquillaje le tallaron (restregaron) la cara con un ladrillo", agregó.
"Esas son vivencias que me han marcado y han sido parte de mis libros", manifestó la autora de "Fuerte es el silencio" (1980).
La también autora de "Tínísima" (1992) y "La piel del cielo", Premio Alfaguara de Novela 2001, dijo que su forma de escribir es "sabrosa, vital" pues no le gusta ser aburrida: "yo le escribo a todas la cosas de la vida porque hay que celebrarla para llegar con gusto a la muerte".
Poniatowska comentó que para ejercer tanto el periodismo como la literatura tomó una gran cantidad de notas: "tengo miles de libretas si las revisara, cosa que nunca he hecho, saldrían cuentos, novelas, poemas".
Añadió que ella escribe a mano, pero desde 1985, después del terremoto fui a Estados Unidos a impartir un curso de cuatro meses, y le dijeron que todos los alumnos, en ese entonces, ya tenían computadora, por lo que tenía que trabajar con una de ellas.
"Tuve que comprarme una. Para esto, un señor que me enseñó a utilizarla. Me dijo que nunca, nadie, le había costado tanto trabajo enseñarle a operarla", relató.
La autora se ha hecho acreedora a multitud de premios a lo largo de su carrera.
