Gobernadores: General don Trinidad García de la Cadena. Su nacimiento: El profesor y escritor don Juan N. Carlos Rodríguez, el 24 de marzo de 1959, me envió copia del acta de bautismo, que dice: “Acta de bautismo del General don Trinidad García de la Cadena, existente en el Archivo Parroquial de Tabasco, Zacs., libro de bautismo No. 7... En la Yglesia Parroquial de Tabasco, a los 17 días del mes de Nbre del año de 1823. Yo el Br. Juan José Mayorga, bauticé a José de la Trinidad García, de este pueblo, a dos días de nacido; h. l. de don Ramón García y Da. Juana Barela (con B)”.
En las memorias de don Sebastián Lerdo de Tejada (que se dice son apócrifas), páginas de 168 a 174, dice: “Asesinato de García de la Cadena, XX”... Trinidad García de la Cadena era un ranchero de no pequeño corazón: más bien bajo que alto, grueso y doblado, de cara ancha y facciones toscas, la expresión fisonómica tenía cierto sello de rudeza, que a primera vista desagradaba, pero que después, haciéndose familiar, agradaba y complacía. Había en su semblante algo de la firmeza de los primeros conquistadores; idéntico ruego en los pardos ojos singular audacia en la mirada de acerados reflejos; al verlo, se echaba de menos al corcelete de los pujantes caballeros de la Edad Media. Dotado de una fuerza brutal, ahogaba un caballo entre sus rodillas; con una constitución de bronce, resistía a las tremendas fatigas de la campaña de guerrillas en perfecto estado de salud. En tiempo de guerra que fue toda su vida, apenas comía, dormitaba a caballo, e incesantemente bregaba en los campos. Ese hombre no conoció más almohada que las piedras del camino. Ni más colchón que el de los abrojos del monte o la llanura; su descanso era el pelear”.
“La impulsión estaba dada; Cadena se lanzó a la lucha filiándose al Partido Liberal, asistiendo más tarde a la acción de Calpulalpan y a todas las batallas libradas contra los conservadores; en cada encuentro conquistaba un laurel, y siempre se le veía en lo más recio del combate, desplegando tal bravura, que una vez dijo de él el General Miramón: “Si todos los chinacos fueran como ese ranchero, habría que romper mi espada”.
Fue diputado al Congreso de la Unión en 1861-62.
Gobernador Interino de Aguascalientes de 1863 a 1866.
Simultáneamente fue Gobernador y Comandante Militar de Zacatecas en 1864 a 1866 (yo supongo que dejó el Gobierno de Aguascalientes).
Gobernador Constitucional de Zacatecas de 1858 a 1870.
Nuevamente Gobernador y Comandante Militar de Zacatecas del 25 de noviembre de 1876 al 24 de marzo de 1877, cuando fue electo Gobernador Constitucional del 25 de marzo de 1877 al 16 de septiembre de 1880.
El Congreso de Zacatecas lo declaró Benemérito del Estado.
García de la Cadena lanzó un manifiesto contra el Presidente Porfirio Díaz y fue perseguido y aprehendido en el Salto de San Juan de la Sierra, Estancia de la Hacienda de S. Tiburcio, Partido de Mazapil, Zacs., a las seis de la mañana del 30 de octubre de 1886. Se dan varias versiones de su muerte, pero dice el Profr. Vidal que:
“La verdad es, que al saberse la aprehensión del señor García de la Cadena, el jefe político de esta ciudad (Zacatecas), señor Atenógenes Llamas se dirigió a aquel lugar, acompañado de varios gendarmes montados.
Llegó a la Estación González, hoy llamada Opal, exigió que le fueran entregados los presos por Villegas, habiendo sido fusilados inmediatamente. Fueron enterrados los cadáveres en el cementerio de la Hacienda de S. Tiburcio, donde estuvieron hasta 1902, que se reinhumaran en el Panteón de la Purísima de esta ciudad (Zacatecas)”.