GÓMEZ PALACIO, DGO.- La Corrida del Centenario en la Plaza Portátil de la Expo Gómez Palacio, en la que Federico Pizarro concedió la alternativa a Mario Mora, con Jorge Mata de testigo, quedará en la historia por ser la primera que se concede en esta ciudad.
Pese al entusiasmo de los organizadores por hacer las cosas con seriedad, el festejo inició 30 minutos después de la hora en que fue anunciado, y así hicieron el paseíllo con el fondo musical de algo parecido al pasodoble Silverio, que tocaba una charanga aguardentosa y desafinada, que hizo más ruido del que ya de por sí había en la plaza instalada dentro de la Feria.
LOS TOROS
Bien presentados los toros de Golondrinas, que no representaron grandes dificultades, salvo el que cerró plaza, y dos muy buenos, de preciosa lámina, primero y quinto, en términos generales débiles por el cansancio del viaje, ya que fueron embarcados por la mañana y salieron al ruedo directamente del camión por carecer el inmueble de corrales.
FEDERICO PIZARRO (GRANA Y ORO)
Como es costumbre en los casos de alternativa y confirmación, cedió el primer toro a Mario Mora. En el segundo de la noche, primero de su lote, ?Charro? de nombre y marcado con el número tres, inició su actuación con una larga afarolada de rodillas para luego de pie torear a la verónica con temple y rematar con revolera. Su faena de muleta fue consintiendo por alto al toro, ya que por su falta de fuerza había que llevarlo a media altura y así lo hizo Pizarro, logrando tandas por el lado derecho con mucha calidad; después de un pinchazo deja media estocada entera que bastó. Vuelta al ruedo.
Saltó a la arena en cuarto lugar ?Kabuki?, número 66, al cual le receta cuatro excelentes verónicas rodilla en tierra que remata con media verónica; su labor muleteril fue empeñosa, ya que el toro quería pero no podía embestir por la falta de fuerza, lo que obligó a Federico a abreviar su actuación; deja tres cuartos de ración de acero que fueron suficientes. Palmas.
JORGE MATA (AZUL Y ORO)
?Viviendero? fue su primer enemigo, herrado a fuego con el número 29, salió en tercer lugar y el lagunero lo recibió con un farol de rodillas para luego, despatarrado, darse a torear a la verónica y rematar con revolera. Brindó su faena al empresario Fernando Abusaid, e inició con muletazos por alto, intentó el toreo por ambos lados, pero como el toro mostró la misma condición de sus hermanos poco pudo conectar con la gente, y para colmo se puso pesado con los aceros, lo que originó que el juez le mandara dos avisos. Silencio.
El lugar de honor correspondió al toro de nombre ?Materialista?, con el número 57, y Jorge lo recibió con verónicas un poco rápidas, merced a las ganas que tenía de triunfar; remató con un vistoso recorte. Su labor con la muleta la brindó a Gerardo Lozano para después torear por alto de rodillas, lo que coreó fuerte la gente, luego en los medios ejecutó tandas por ambos lados que le fueron coreadas. Pegó cuatro manoletinas mirando al tendido y el público volvió a aplaudir; se fue tras la espada, esta vez con entrega y fue arrollado por el astado, pero cumplió con su empeño de dejar una buena estocada; el morlaco cayó sin puntilla y el juez a petición de la asistencia le otorgó dos orejas que a la postre lo convirtieron en el triunfador.
MARIO MORA (VERDE Y ORO)
Mario Mora se convirtió en el sexto matador de toros que ha dado La Laguna. ?Centenario?, número 48, saltó a la arena en primer lugar y causó admiración por su bella estampa; el flamante torero lo recibió con verónicas a pies juntos y remató con media verónica.
Llegó el momento, y su padrino, Federico Pizarro, le concedió la alternativa atestiguando el acto su paisano Jorge Mata; sonora ovación y una emoción muy grande de los buenos aficionados al ver a este muchacho lograr la meta tan anhelada. Luego de brindar a Fernando Abusaid se estrenó como matador de toros con gran afición, toreó con gusto, realizó faena variada, dejó buena estocada y le fue concedida una oreja.
Y con su segundo, llamado ?15 Aniversario?, que llevaba en los ijares el número 12, un toro salpicado y careto que fue el lunar del encierro, la actuación de Mario fue decorosa aunque al final se puso pesado con el acero para escuchar un aviso. Enhorabuena Mario.