Su origen, historia y hechos.
Se trata de un antiguo y muy ilustre linaje asturiano que data de los tiempos en que, el invicto don Pelayo, se retiró, ante el avance de las huestes moras, invasoras de España, a las montañas y Cueva de Covadonga, a fin de poder reorganizarse para emprender la ardua labor de la reconquista del solar patrio.
Como ya es sabido, las huestes que le acompañaron eran harto exiguas ya que consistían en no más de trescientos caballeros y mil hombres de armas de a pie. No obstante, esta carestía de medios no fue óbice para que el valeroso caudillo fuera ganándoles palmo a palmo terreno a los musulmanes, sentando las bases para la sucesiva reconquista total de España.
Es fama que, entre los trescientos caballeros que acompañaron a don Pelayo, había varios de este nombre, Alonso, descendiente de nobles godos y cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos.
El tratadista don Alfonso Piferrer en su obra Reinos y Señoríos de España establece claramente la importancia del apellido Alonso cuando escribe: "Hay nombres que, por sí mismos, por su misma estructura, etimología o derivación, revelan su remota antigüedad. Así sucede con la palabra Alonso, que desde muy antiguos tiempos se usa y se ha usado, ya como nombre, ya como apellido, escribiéndose indistintamente Alonso, Alfonso y Alphonso, derivándose del nombre latino Alphonsus y éste del griego Alphos, que significa blanco.
Armas: Escudo cuartelado: 1º. y 4º. de gules, con un castillo de oro, almenado de tres torres, la de enmedio más alta. 2º. y 3º. de azur y una flor de lis de plata.