(Segunda parte)
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA MEJORAR NUESTRA CALIDAD DE VIDA?
En esta ocasión continuaremos dándole algunos consejos, que más bien deberían de convertirse en hábitos, para conservar una vida saludable.
Considero importante recordar que, comer moderadamente, hacer ejercicio con regularidad, evitar el tabaquismo, casi nada de alcohol y tratar de eliminar el estrés, son algunas de las mejores prescripciones para conservar una buena calidad de vida.
En el artículo anterior tratamos la importancia que tiene una buena nutrición, y que en definitiva es por donde debemos de empezar, así como también son en ocasiones muy necesarios los complementos vitamínicos, para mantenernos sanos.
NO OLVIDE HACER EJERCICIO
En este caso no podemos negar, que en gran parte la tecnología moderna que incluye una gran cantidad de aparatos de los cuales dependemos, desde una aspiradora, la computadora, el automóvil, etc. evitan que hagamos ejercicio, muchas personas adultas han adoptado una vida sedentaria, y lo que es peor he podido observar a través de mi experiencia como médico, cómo una gran cantidad de jóvenes en la actualidad no se interesan en lo más mínimo por hacer ejercicio, mucho menos practicar algún deporte. Se limitan a lo que les asignan en la escuela, y algunos ni siquiera eso. Siempre trato en lo posible de inculcar a los jóvenes, el hecho de que el ejercicio es parte fundamental de la formación de un ser humano, independientemente de que sea delgado o gordo.
El ejercicio regular, cualquiera que sea aeróbico o anaeróbico, como caminar, correr, nadar, ir al gimnasio, etc. Son esenciales para la salud. Revisé un estudio que siguió los hábitos de ejercicio de más de 13 mil hombres y mujeres por ocho años. Las personas que no lo efectuaban con regularidad y que no estaban en plena forma, presentaron mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón y cáncer, que aquéllos que eran más constantes en sus rutinas de ejercicio y estaban en buena forma.
En otras investigaciones, se ha demostrado que el ejercicio puede ayudar a prevenir la osteoporosis, algunas formas de diabetes, problemas cardiovasculares y de presión alta. Además mejora considerablemente el estado de ánimo, y para todos aquellos gorditos, es súper necesario para controlar el peso. En un programa de reducción de peso, es esencial orientar al paciente en qué momento debe empezar una rutina de ejercicio, siempre bajo supervisión médica, y debe el paciente estar consciente de que el ejercicio va a formar parte elemental en su vida futura para lograr mantener el peso así como una mejor calidad de vida.
EVITE EL TABACO
Creo que muchos sabemos que el fumar puede traer consecuencias de por vida, las personas que fuman viven menos, ya que aumenta el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer, problemas del corazón, úlcera péptica y complicaciones durante el embarazo. También disminuye la efectividad de la insulina. Algunos estudios han ligado el humo del cigarro durante el embarazo, con problemas de comportamiento y poco desarrollo intelectual en los niños, no sólo es el fumar lo que afecta al feto, sino que tanto fuma la madre. Una investigación que se realizó en la Universidad de Kentucky, confirma que sin duda alguna las madres que no fuman tienen una incidencia muy baja de nacimientos prematuros o de bajo peso, que las que fuman. Además de todos estos problemas, se presenta el de exponer a las personas que no tienen dicho hábito, al humo del tabaco, que a largo plazo también les puede causar algún daño.
LIMITE EL ALCOHOL
Se ha demostrado en diversos estudios, que los alcohólicos son más susceptibles a enfermarse que la población en general. La inmunidad de los bebedores disminuye considerablemente de acuerdo con la New England Journal of Medicine. Además el alcohol interfiere en la absorción de nutrientes, daña varios órganos como el hígado, el cerebro, y puede ocasionar algunos tipos de cáncer. También se corre el riesgo de daño cerebral irreversible.
CONTROLE EL ESTRÉS
El estrés es un problema de salud típico que se reflejó con mayor intensidad a partir de los 90?s. Está relacionado con lo emocional y lo mental, pero también se incrementa con los desajustes en la dieta, cuando casi no descansamos, cuando nos exponemos a la contaminación y al ruido excesivo, pero cualquiera que sea la causa, el estrés puede conducir a la enfermedad.
Aunque hay algunos aspectos que no podemos del todo controlar, como la genética, accidentes, la edad y algunas otras más, sí podemos controlar nuestra dieta, ejercicio, descanso, el fumar y el beber.
Recuerde que el seleccionar lo más saludable para nuestra vida, favorecerá la calidad de su vida. Cuídese. ¡Hasta pronto!
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