PARIS, (Reuters).-El Manto de Turín, que para algunos cristianos es el sudario con el que fue enterrado Jesús, podría no ser falso como concluyeron las pruebas científicas, porque éstas analizaron un parche que tenía encima, según afirmó un científico estadounidense.
Raymond N. Rogers del Laboratorio Nacional de Los Alamos en Nuevo México publicó un trabajo esta semana donde dice que nuevos exámenes mostraron que las pruebas de 1998 fueron realizadas sobre un parche de tela cosido después de un incendio que dañó el Sudario en 1532.
El manto de lino, que mide 4.4 por 1.2 metros, contiene una imagen extrañamente parecida a un negativo de fotografía, de un hombre crucificado que según los creyentes era Cristo.
El sudario, una de las reliquias del cristianismo que generaron más polémica, está guardado en la catedral de Turín en Italia y muy pocas veces es exhibido. La última vez que la gente lo pudo ver fue en el 2000 y probablemente no se vuelva a exponer hasta el 2025.
Los análisis de radiocarbono para establecer la antigüedad, realizados por laboratorios de Oxford, Zurich y Tucson, Arizona en 1988, causaron sensación al ubicarlo entre los años 1260 y 1390.
Los escépticos dicen que el manto es un engaño, posiblemente fabricado para atraer los provechosos negocios de la peregrinación medieval.
Pero Rogers, que publicó su trabajo en la revista científica Thermochimica Acta, escribió: "El tinte encontrado en las muestras de radiocarbono no era utilizado en Europa antes de 1291, aproximadamente".
"La muestra de radiocarbono por lo tanto no era parte de la tela original y es inválida para poder determinar la antigüedad del manto", escribió en el artículo en Internet (www.sciencedirect.com).
Rogers dijo que una prueba de antigüedad, que mide la desaparición gradual del compuesto vainillina en el lino, encontró que estaba presente en el parche analizado en 1988 pero no en la parte principal del manto.
El científico dijo que los linos encontrados con los rollos del Mar Muerto, que son de la época de Cristo, tampoco tenían rastros de vainillina. Según sus cálculos, el manto podía tener entre 1.300 y 3.000 años de antigüedad.
Los científicos no encuentran la forma de explicar cómo se formó la imagen y la mayoría está de acuerdo en que no fue pintada o impresa.
La Iglesia Católica no afirma que el Sudario sea auténtico.
Los creyentes piensan que habría sido llevado desde Oriente Medio durante las cruzadas a mediados del siglo XIV.