Ayer, mientras en el Estadio Corona Santos Laguna realizaba su partido amistoso ante el Santander, donde “Yayo” de la Torre volvía a utilizar jóvenes de la propia cantera como José Antonio “La Mona” Olvera, en las oficinas del club seguía el futbol de estufa.
Y es que esta etapa, en la que se cocinan los ingredientes que deben ayudar en lo que puede ser una buena temporada, mucho influyen las decisiones que se toman desde atrás del escritorio, ahora con más gente conocedora asesorando.
En ese llamado futbol de estufa no sólo ayudan los conocimientos en la materia, sino también los contactos, las buenas relaciones y la capacidad de negociación. En el pasado Santos cobró fama de traer muy buenos elementos, algunos con mucho futuro.
Por aquí, no sólo han pasado figuras ya consagradas, sino también se ha traído a jóvenes que con el paso del tiempo mostraron el acierto al ser contratados, como fueron los casos por ejemplo de Jared Borgetti, Mauro Camoranesi, Gabriel Caballero y Héctor Altamirano, entre otros.
Conocimientos y visión hacen pues mucha falta en este tiempo de la famosa estufa, para redondear un equipo que no está pasando por buenos tiempos, a los que tenía ya acostumbrada a su afición, que fue creciendo y fortaleciéndose.
Los mismos jugadores, platicando con ellos, hablan de que ojalá lleguen refuerzos que sí cumplan y que no sólo vengan a pasar el tiempo sin aportar cosas interesantes. Y es que ellos mismos se sienten obligados a dar su mejor esfuerzo a una afición que sabe consentirlos.
