Kolem Jaá, Yu-balcah y Yumka son sólo una “probadita” de lo que ofrece Tabasco
SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Vivir un día en la selva tabasqueña es como entrar de pronto a una película de Tarzán, donde un intenso color verde en las hojas, los ríos, pantanos, árboles -con espinas o sin espinas- que se levantan hasta 20 metros de altura y el concierto de los sonidos que emiten monos, guacamayas, tucanes y una que otra víbora son los principales elementos.
Desde hace ya varios años, el Estado cuenta con tres lugares abiertos al público en general, para tener una inolvidable experiencia en el ecosistema que la madre naturaleza le regaló a los tabasqueños: Kolem Jaá, Yu-balcah y Yumka.
Cada uno de estos destinos presenta diferentes atractivos con actividades para todos los gustos, desde una tranquila caminata a través de senderos, hasta un tremendo salto entre la copa de los árboles en Canopy.
Situado a 95 kilómetros de la ciudad de Villahermosa, Kolem Jaá (que significa “la grandeza del agua”) puede merecer sin problema el sobrenombre del “edén” de Tabasco, pues desde que uno llega a este destino en una lancha por el río Oxolotan, todo se convierte en escuchar el arrullo de cascadas, oler el aroma de la tierra y vivir realmente un contacto íntimo con la jungla.
Entre los principales atractivos que tiene este destino se encuentra un conjunto de cascadas de más de 200 metros de largo, pozas naturales en varios de los arroyos sulfurosos que cruzan su extensión, así como cuevas y manantiales de aguas cristalinas.
Completan principalmente la reserva ecológica un nutrido jardín botánico, serpenteantes senderos que se internan en el denso manto selvático, área de campamento, cabañas, hortalizas y una cómoda palapa comedor.
Con 27.5 hectáreas de extensión, la aventura comienza desde el amanecer con el sentir la adrenalina de practicar rappel en una cascada, pedalear una bicicleta de montaña en la selva o realizar una pista comando.
La selva de Kolem Jaá permite tener un atractivo adicional que no se puede dejar escapar: El canopy más largo de Latinoamérica. Éste es un recorrido a través de las copas de los árboles (sujeto de un cable de seguridad), divididas en 11 plataformas con una extensión de 419 metros de longitud.
El sitio cuenta con paquetes individuales y familiares de alojamiento, y actividades incluidas.
Si de riqueza animal se quiere conocer en Tabasco, Yumka es la opción más considerable, pues se trata de un centro de convivencia con la naturaleza, expresamente diseñado para este fin.
Ubicado en el Ejido Dos Montes, a sólo tres kilómetros del aeropuerto y a 15 de Villahermosa, la palabra Yunka deriva de la lengua Maya-Chontal y significa “el duende que cuida la selva”.
Prácticamente este duende protector tiene una gran responsabilidad, ya que a lo largo de todo el parque se encuentra una variedad de especies de animales en su hábitat natural.
En Yumka se pueden hacer largas caminatas y travesías en lancha. La selva tropical se encarga por sí sola de hacer desfilar a los venados de cola blanca, los jaguares, las guacamayas, iguanas, monos, tucanes, guanacos, avestruces, jirafas, cebras y lagartos, en tanto que la sabana de África -otra área de Yumka- da cabida a elefantes y rinocerontes, entre las especies más grandes.
En este centro que opera desde 1993, se pueden apreciar más de 200 especies de animales de la región, así como 32 especies de fauna exótica.
En relación a las especies de flora, en este lugar se han reportado más de 250 abarcando palmas, árboles, orquídeas, bromelias y helechos, entre otras.
La selva que aquí se presenta es mediana, con palmas de guano y corozo, árboles de huapaque, cedros y ceibas.
Enclavado en una área de 260 hectáreas se localiza uno los ecosistemas únicos en su género: Yu-balcah, un parque ecoturístico que cuenta con área de reforestación, selva baja y alta, un cause de río llamado Chichilte donde habitan especies acuáticas como el cocodrilo de pantano, tortugas y aves acuáticas, mono aullador, entre otros.
Yu-balcah es como la tierra prometida para los aventureros porque prácticamente tiene la selva a sus pies. El lugar ofrece varios recorridos para internarse (con guías capacitados), y descubrir los sonidos que envuelve al oído.
Una vez adentro, todo se torna de un color verde intenso, los monos aulladores columpian a no menos de cinco metros de distancia y, al caer la noche, en la oscuridad total, las luciérnagas iluminan el camino.
Otras de las actividades que se pueden realizar en Yu-balcah son practicar kayac en alguno de sus lagos naturales, escalada en roca artificial y también salto en canopy.