CHICAGO (AP) .- Un parche que se aplica en la piel y permite al paciente administrarse una droga similar a la morfina tiene tanta eficacia como un instrumento intravenoso para aliviar el dolor en personas sometidas a operaciones importantes, según un estudio financiado por el fabricante del parche.
Los resultados sugieren que un método para aliviar el dolor que no requiere de inyecciones podría estar pronto disponible para pacientes de hospital.
La empresa Alza Corporation busca la aprobación de la Dirección de Alimentos y Medicinas para el producto, un parche del tamaño de una tarjeta de crédito que se aplica a la piel, saturado del fármaco. El parche es fijado al brazo o al pecho. Los pacientes oprimen un botón en el parche para administrarse el analgésico.
"Cualquiera que haya sido sometido a una intervención quirúrgica recuerda el malestar causado por las inyecciones", dijo el doctor Eugene Viscusi, quien encabezó el estudio y es director del servicio de control de dolores agudos en el Hospital de la Universidad Thomas Jefferson, en Filadelfia. "Este sistema de parches tiene una gran ventaja potencial".
Para el estudio, se analizaron 636 adultos hospitalizados que se recuperaban de operaciones de cirugía mayor. Eso incluyó el reemplazo de articulaciones, histerotomía y extirpación de la próstata. Sus resultados fueron publicados el miércoles en la revista Journal of the American Medical Association.
Se asignó a los pacientes, al azar, un parche que contenía cloridrato de fentanil, una droga similar a la morfina, o un dispositivo intravenoso que contenía morfina. Ambos métodos permiten a los pacientes administrar analgésicos de acuerdo a sus necesidades.
Luego de 24 horas de tratamiento, un 74 por ciento de los usuarios de parches y un 77 por ciento de los usuarios del dispositivo intravenoso consideraron los métodos de alivio del dolor como buenos o excelentes, un empate estadístico.
Diecinueve personas en cada uno de los grupos sufrieron efectos secundarios, como dolores de cabeza y náuseas.
Seis por ciento de los pacientes que usaron parches se quejaron de irritación en el sector de piel en el que fue colocado el parche, en tanto ninguno de los pacientes que administraron la morfina por vía intravenosa tuvieron reacciones en el sitio de la aguja.
Además, un 15 por ciento de los pacientes que usaron el parche abandonaron la prueba debido a que no sintieron un alivio pronunciado del dolor, comparado con un 10 por ciento de los pacientes que usaron instrumentos intravenosos. Esos resultados no fueron considerados de importancia como muestra estadística.