EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Aunque las alergias no se pueden prevenir, sí es posible controlar las condiciones ambientales que contribuyen a su aparición; en el caso de las rinitis alérgicas, la falta de atención y tratamiento pueden desencadenar problemas de salud mucho más serios como el asma.
El alergólogo pediatra, Juan Antonio Medina Adame, refiere que de hecho, las rinitis alérgicas son los padecimientos en su tipo más frecuentes, seguidas por la conjuntivitis, dermatitis atípicas y urticarias.
Se considera que en México, la incidencia de estas enfermedades oscila entre el 12 y el 15 por ciento del total de la población; en la Región Lagunera los parámetros son los mismos.
Las condiciones climáticas de la región, una zona desértica con polución atsmosférica y en la que la contaminación ambiental e industrial es alta, son determinantes en el desarrollo de dichos padecimientos.
La vegetación que aquí se desarrolla es otro factor importante, pues hay malezas que crecen de manera perenne o constante y que requieren de poca agua, aunque se incrementan con la presencia de lluvias. La velocidad del viento transporta el polen que generan al madurar y causa molestias en la salud humana, principalmente en los ojos y la nariz.
Generalmente, las molestias se presentan en temporada de polinización y cuando hay tolvaneras, es decir de febrero a abril de cada año, en personas cuyo organismo adopta una mala respuesta ante dichos pólenes.
Otro de los factores que influye en la aparición de alergias, aunque en una menor proporción es la contaminación ambiental, de ahí la importancia de reforzar el cuidado ecológico.
Medina Adame indica que por desgracia, los pacientes acuden al médico para recibir tratamiento cuando una alergia ha desencadenado otros problemas de salud.
Además de ser las más frecuentes, las rinitis alérgicas son las que pueden llegar a propiciar otras enfermedades, como la sinusitis, la otitis media (inflamación de oído) o inflamación en los bronquios, es decir, un asma.
Se considera que un 40 por ciento de las rinitis alérgicas llegan a transformarse en asmas, debido a que el enfermo no supo diferenciar a tiempo entre una alergia y un catarro común o porque no solicitó la atención médica a tiempo, antes que las complicaciones se presentaran.
Una crisis asmática, puede hacer que el paciente requiera de servicio hospitalario urgente, además de que pone en peligro la vida de éste debido a la insuficiencia respiratoria a que se enfrenta. El asma es un padecimiento incapacitante si no se maneja adecuadamente, aunque cuando se le diagnostica y trata por un médico, el paciente puede llevar una vida normal.
En este sentido, el médico explica que cuando una persona experimenta agitación severa con la práctica de algún ejercicio, tos frecuente, sensación de falta de aire y silbidos en el pecho, puede padecer asma y debe recurrir a un médico para recibir tratamiento, el cual es a base de anti inflamatorios para los bronquios y medicamentos de rescate cuando así se requiera.
Las conjuntivitis también pueden llegar a presentar complicaciones cuando el paciente se automedica, pues el uso inadecuado de anti inflamatorios como derivados esteroideos en los ojos, puede llevar a la formación de glaucoma.
SABER DIFERENCIAR
Es importante que la población sepa diferenciar entre un catarro simple y una rinitis alérgica, pues estas últimas pueden generar problemas de salud más complicados
como las sinusitis y asmas si no reciben el tratamiento adecuado. Quien llegue
a padecer más de seis cuadros gripales al año, debe tomar en cuenta la posibilidad de tener alergia.
* Las rinitis alérgicas se caracterizan por un escurrimiento nasal cristalino mucoso, la presencia de estornudos frecuentes, comezón y obstrucción de la nariz de una fosa hacia la otra (basculante); no hay fiebre y si el paciente recibe un mal manejo puede recaer en una infección.
* El catarro es una infección viral de las vías respiratorias, que se manifiesta por estornudos esporádicos, obstrucción de las dos fosas nasales que puede ser severa, escurrimiento nasal cristalino o espeso y de color verdoso amarillo; dolor de cabeza, malestar general y fiebre.
FUENTE: Juan Antonio Medina Adame, alergólogo