En los Estados Unidos en la biblioteca de una escuela pública tienen un libro a disposición de los alumnos que se trata de un príncipe que se casa con ?otro príncipe?. El libro se llama El Rey y el Rey. En el cuento, el príncipe prefirió ?casarse? con otro príncipe, en lugar de con otra princesa y termina con la ilustración de ambos príncipes besándose. Una madre de familia se quejó porque dicho libro se le prestó a su hijo de seis años para llevárselo a su casa aduciendo que ese tipo de lectura no era conveniente para un niño de esa edad. La directora del plantel se defendió diciendo que no tenía nada de malo, que eran situaciones de la vida diaria.
Pienso que la queja es válida porque los cuentos cumplen una función importante en los pequeños. Les ayuda a canalizar sus frustraciones y angustias surgidas de la vida diaria. Por ejemplo, es mejor estar contento porque a la madrastra de Blancanieves la tiran del cerro los enanitos, que si tiraran a la mamá cuando ésta es estricta, o pensar que los Power Rangers llegan y le pegan al papá para vengarlos, etc... (porque como todo eso es fantasía no sienten la misma culpabilidad que si los propios niños lo hicieran) pero, imagínense la confusión que se puede generar con ese tipo de historias. Capaz que los niños que lo lean podrán pensar que sería mejor tener otro papá en lugar de su mamá cuando ella les llame la atención por algo indebido.