México, (EFE).- En adelante los mexicanos que deseen tatuarse o hacerse alguna perforación en el cuerpo ("piercing") tendrán que haber cumplido los 18 años, y los menores deberán conseguir un permiso paterno para ello, según una reforma legal.
De acuerdo con las reformas aprobadas por la Cámara de Diputados a la Ley General de Salud, el mexicano menor de 18 años que quiera adornar su cuerpo de esta forma deberá ir acompañado de sus padres o tutores o presentar un permiso por escrito de estos.
Con esta reforma se procura poner coto a la propagación de enfermedades transmisibles y controlar más a los establecimientos que se dedican a estas prácticas.
El castigo para aquellos que realicen tatuajes y "piercing" sin ajustarse a la norma puede suponer altas multas y la revocación de la licencia sanitaria.
Encuestas oficiales indican que en México se practican semanalmente unas 7.000 tatuajes y "piercing" y, según datos de 2001, cerca de 150.000 personas se dedican a estas prácticas, aunque el 85 por ciento trabaja de forma ilegal.
Diputados que apoyaron esta reforma advirtieron de que un tatuaje más hecho puede causar diversas enfermedades, como la hepatitis B o el sida.