Con las ratas el hombre comparte hasta un 80 por ciento de los genes.
Londres, (EFE).- Gallinas y humanos comparten un 60 por ciento de sus genes y el estudio de la secuencia del genoma de esas aves puede ayudar a combatir los virus que atacan a ambos e incluso entender el proceso de envejecimiento, según la revista británica Nature.
Con ese fin, entre otros, 170 científicos de 49 instituciones de todo el mundo han trabajado en el descifrado del patrón genético de una especie silvestre de la que descienden todas las aves de corral, el Gallus gallus.
Un primer borrador de su genoma se depositó el pasado marzo en las bases de datos mundiales para conocimiento de todos los científicos.
La revista científica Nature publica en su último número un extenso análisis de la huella genética del espécimen.
Al igual que ocurre con otras aves, se cree que las gallinas descienden de los dinosaurios y han evolucionado separadamente de los mamíferos desde hace al menos 310 millones de años.
Según el estudio publicado en Nature, el ser humano tiene más en común desde el punto de vista genético con las ratas que con las gallinas, ya que con las primeras comparte hasta un 80 por ciento de los genes.
Por otro lado, la gallina y el hombre no tienen en común más del 2,5 por ciento de su ácido desoxirribonucleico (ADN), donde se guarda la información genética, clave de la herencia.
Una de las diferencias más destacadas entre ambas especies es el tamaño de sus respectivos genomas: el del ave es aproximadamente un tercio del humano y contiene aproximadamente mil millones de pares de base, que son como las letras químicas que forman el código genético.
Los científicos confían en que el estudio de los genes y el ADN de la gallina arroje nueva luz sobre las enfermedades que afectan al ser humano.
Gallinas y humanos "están muchas veces infectados por los mismos virus, parásitos y bacterias", explica el profesor Jerry Dodgson, uno de los coordinadores del consorcio internacional encargado de secuenciar el genoma de ese ave.
El conocimiento de esa secuencia puede ayudar a descubrir ciertos genes que potencian la resistencia natural de las aves a las enfermedades, explica el científico, según el cual el paso siguiente será ver si esos genes están también en el hombre.
Un ejemplo de virus capaz de atacar a ambas especies es el de la gripe aviar -de la que hay actualmente un brote en Asia-, señalan los expertos, que creen que el estudio del sistema inmunológico de la gallina puede ayudar a controlar mejor ese tipo de epidemias.
El estudio del genoma del ave ha demostrado, por otro lado, que los telómeros, zonas en los extremos de los cromosomas, se parecen más a los de los humanos que los de los roedores.