Rodolfo Carrillo Fuentes nació en la localidad de Guamuchilito, perteneciente al municipio de Navolato, Sinaloa, en 1975. Es menor que sus hermanos Amado, Vicente y Cipriano, de los cuales el primero de ellos, “El señor de los cielos”, murió el 4 de julio de 1997 en una cirugía plástica.
Su familia tiene una larga tradición en el tráfico de drogas. Los Carrillo, por ejemplo, son sobrinos de Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, una de las figuras históricas del narcotráfico y sobre quien hay registros de su actividad desde 1956.
Según investigadores, el mejor amigo y cómplice de “El Rodolfillo” en sus operaciones es el narcotraficante Vicente Zambada Niebla “El Mayito”, joven también de 29 años que es hijo del capo Ismael “El Mayo” Zambada, este último amigo del ex comandante Pedro Pérez López.
Desde que Amado Carrillo era jefe de la organización, Rodolfo era una de las figuras importantes del Cártel de Juárez. En 1997, junto con su hermano Vicente, recibieron en una casa de Las Lomas de Chapultepec, en el DF, al General Jorge Maldonado Vega.
Éste supuestamente les llevaba una oferta del Gobierno: que no vendieran droga en México y que trabajaran junto con los Arellano Félix, lo cual Vicente y Rodolfo Carrillo no aceptaron en aquel momento. El General se fue por estos hechos varios años a la cárcel.
En marzo de 1998, Olga Sánchez Contreras, hoy Juez Quinto de Distrito en el DF, ordenó la aprehensión de “El Rodolfillo” dentro de la causa penal conocida como “Maxiproceso”, donde están acusados 100 presuntos miembros y colaboradores del Cártel de Juárez.
Entre los hombres directamente vinculados a Rodolfo Carrillo que han sido capturados, se encuentra su amigo Ezequiel “El Cheque” Valenzuela, capturado en noviembre del 2001 en Mazatlán por lavarle el dinero a “El Rodolfillo” en diversas empresas.
Rodolfo Carrillo, hasta donde se pudo verificar, nunca estuvo en la cárcel.
De hecho, el liderazgo del Cártel de Juárez ha sido intocable en la actual administración, donde sus capos sólo caen por la muerte y no por manos de la Policía.
Para los Carrillo, esta es la segunda muerte en la familia. La primera vez, con el fallecimiento de Amado, lo que sobrevino fue una ola de ejecuciones en Chihuahua y Sinaloa. De los hermanos, sobreviven Vicente y Cipriano.