Sin más ni más y con toda sangre fría, el sujeto le disparó a bocajarro y lo despachó al otro mundo.
Si me pongo la camiseta de la objetividad y adoptando la pose de lingüista riguroso quiero racionalizar por ejemplo este comunicado, pues voy a caer en una serie de observaciones infantiles de que el sujeto no tenía la sangre fría sino a la temperatura normal, o que en la escena nunca hubo ningún jarro y menos la boca del mismo y que para la vida humana no hay otro mundo más que este pobre y ?traqueteado? planeta que habitamos.
Y digo que serían observaciones ?infantiles? porque, aunque no lo determinemos conscientemente así, todos sabemos que en nuestro lenguaje diario muchas cosas se dicen en sentido figurado y eso tiene qué ver directamente con los modismos.
Los modismos son expresiones pre fabricadas que surgen en nuestra conversación como una forma práctica de darle mayor expresividad a lo que estamos diciendo. Si afirma usted que algo se dijo ?de los dientes para afuera?, hasta los perros van a entender que no lo dijo de corazón, porque al corazón le atribuimos ser el eje de todo sentimiento y entonces, lo que realmente quiso decir es que estaba expresando con palabras algo muy diferente a lo que en realidad sentía.
Hacer algo ?a diestro y siniestro? es hacerlo sin orden, por todos lados y sin fijarse mucho en las consecuencias que pueda tener. Aprovecho para decirle que la expresión es así en masculino y no ?a diestra y siniestra? como a veces escuchamos por ahí.
?Sin más ni más?, es una expresión que gramaticalmente no dice nada o si lo dice resulta inentendible, pero como modismo es muy claro: expresa precipitación, que se hace una cosa sin pensarla detenidamente.
La sangre fría ya sabemos que no existe en el cuerpo humano, pero cuando alguien procede cruelmente, sin compasión ni misericordia, la expresión nos ayuda a describir a aquel individuo que lo hace con todo aplomo, cuando se trata de algo que a cualquiera otro le haría titubear.
Disparar a bocajarro es hacerlo de tan cerca, que no hay posibilidad alguna de fallar? Eso se supone, porque ya ve usted cuántos de nuestros futbolistas hacen un tiro a gol, a bocajarro, a tres metros del arco y sin portero, y de alguna manera se las arreglan para que la pelota se vaya para otro lado.
Mandar a alguien al otro mundo es dar por cierto que existe la vida después de la vida y que al cometer, por ejemplo, un homicidio, se está forzando al interfecto a dejar este mundo para irse al universo de lo sobrenatural, donde sólo hay espíritu y no cuerpo, ni carne ni hueso ni sangre fría o caliente.
Por si las dudas
Pregunta: Néstor Méndez de Mexicali nos escribe preguntando si es correcto utilizar las expresiones fulano, zutano y mengano y cuántas palabras deben utilizarse como máximo.
Respuesta: Estas expresiones son modismos y como puede verse en nuestro comentario de hoy, el modismo no debe analizarse con un sentido estrictamente gramatical, ni pueden imponérsele muchas reglas. Por costumbre usamos el ?fulano, zutano y mengano? ? cuando nos estamos refiriendo a personas de las que no sabemos o no queremos decir el nombre. Por lo general se usan esos tres, pero alguien que quiere ser aún más expresivo a veces le agrega a Perengano.
Frase loca... de remate
Capear, es envolver algo con huevos, pero suavemente.