El gobierno de La Habana indicó que los acuerdos alcanzados están por debajo de las expectativas
28 de mayo de 2004.
Guadalajara (México), (EFE).- Cuba anunció hoy, al término de la III Cumbre Eurolatinoamericana, que aprueba "con reservas" la declaración final de la reunión, en protesta por lo que considera omisión de una condena explícita por las torturas a presos iraquíes y al embargo que le afecta.
Así lo anunció el ministro de Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, al concluir el relato de los trabajos de las seis mesas en las que mandatarios de 58 países debatieron sobre multilateralismo y cohesión social.
"Cuba no se opone a la adopción por consenso de la declaración política", dijo Pérez Roque, quien agregó que su país "se reserva su posición sobre el conjunto" de la misma y culpó de ello a la Unión Europea.
El gobierno de La Habana adoptó esta decisión ante "la omisión flagrante del texto, la ambigüedad del lenguaje, y porque los acuerdos alcanzados están por debajo de las expectativas", dijo el canciller.
El ministro Pérez Roque, quien encabeza la delegación cubana en ausencia del presidente Fidel Castro, echó en falta "una mención que rechace el unilateralismo, cuya expresión mas emblemática es la Ley Helms-Burton", aprobada en 1992 por Washington para reforzar su embargo económico a la isla.
"En un momento en que el gobierno de EEUU anuncia nuevas medias de carácter unilateral y extraterritorial que refuerzan el alcance y aplicación de los títulos 3 y 4 de la Ley Helms-Burton, la Unión Europea impidió a esta conferencia pronunciarse en su condena", dijo el ministro de Exteriores cubano.
Agregó que "la República de Cuba rechaza que la declaración política carezca de una expresión específica de condena y califique de malos tratos los graves crímenes y torturas recientemente documentados contra prisioneros de guerra en Irak y otros lugares".
El gobierno cubano mantiene diferencias con la UE por las condenas europeas sobre la situación de los derechos humanos en la isla y en las últimas semanas ha protagonizado incidentes diplomáticos con México y Perú.
Al anunciar que no venía a la Cumbre de Guadalajara, Castro fustigó al bloque europeo y consideró anticipadamente que la declaración no recogería las verdaderas aspiraciones y necesidades de los pueblos latinoamericanos.
