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Gana Gloria Macapagal elecciones en Filipinas

EFE

MANILA, FILIPINAS.- La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, ganó las elecciones del pasado diez de mayo con casi 13 millones de votos, según informó ayer, el Congreso al término de un tedioso escrutinio no exento de polémica y denuncias de fraude.

Con 1.1 millones de votos más que su principal rival, el popular actor de cine Fernando Poe, Macapagal Arroyo ha legitimado con estos resultados el poder al que accedió en enero de 2001 durante una revuelta popular que derrocó al anterior mandatario, Joseph Estrada, actualmente encarcelado por corrupción.

Los 41 días de escrutinio de votos llevado a cabo por la Comisión Electoral y el posterior recuento por parte del Parlamento filipino, obligado este último paso por la legislación filipina, han convertido a estas elecciones en las más polémicas de la historia del país, que cuenta con la democracia más antigua de Asia a la que este proceso electoral ha golpeado con fuerza.

Los presidentes de la Comisión del Congreso encargada del recuento, Raúl González y Francisco Pangilinan, que representan respectivamente al Parlamento y al Senado, anunciaron ayer los resultados entre los aplausos de los exaltados legisladores, aliviados por las largas jornadas de trabajo las últimas semanas.

Según estos resultados, Macapagal Arroyo obtuvo en las urnas 12.9 millones de votos, mientras que su compañero de candidatura, el senador y periodista Noli de Castro, se hizo con la Vicepresidencia con más de 15.1 millones de sufragios.

A la presidenta le siguió Fernando Poe, el popular actor que durante una buena parte de la campaña electoral se mantuvo como favorito en los sondeos de opinión, con 11.7 millones de votos.

El tercer puesto fue para el senador y ex jefe de la Policía Nacional, Pánfilo Lácson, con 3.5 millones de sufragios; y después se colocaron el ex ministro de Educación Raúl Roco, con dos millones, y el predicador evangelista Eddie Villanueva, con 1.9 millones de sufragios.

“El escrutinio ha concluido y (Macapagal) Arroyo ha ganado”, señaló el presidente del Senado, Franklin Drilon.

Ahora el Senado y el Parlamento deberán reunirse, previsiblemente mañana, para redactar un informe en el que incluirán las quejas y observaciones realizadas por todas las partes, especialmente por la oposición, que no ha cesado de calificar de “fraudulentas” las votaciones y su escrutinio.

Una vez ratificado el informe por ambas Cámaras, se espera que entre el jueves y viernes próximos el Congreso proclame oficialmente a Gloria Macapagal Arroyo como presidenta de Filipinas para los próximos seis años, aunque su investidura no tendrá lugar hasta el 30 de junio.

A partir de esa fecha, “GMA”, como se conoce popularmente a la Presidenta, deberá afrontar los grandes retos de devolver la confianza al pueblo filipino y redirigir la economía con reformas que reduzcan el elevado déficit fiscal y hagan volver al país al buen número de inversores que lo abandonaron por falta de confianza política.

Su agenda, según la mayoría de los observadores, también deberá incluir el diálogo con el Frente Moro de Liberación Islámica, que lucha desde hace 30 años por un Estado islámico en Mindanao y con el Nuevo Ejército del Pueblo, la guerrilla comunista más antigua de Asia.

Pero el gran desafío a nivel interno es hacer desaparecer la crispación política, contando con que el principal perdedor de los comicios, Fernando Poe, representa a los filipinos que consideraron injusta la salida de Joseph Estrada del poder y a quien han apoyado casi 12 millones de votantes.

Con fama de trabajadora incansable, sus críticos acusan a Macapagal Arroyo de populista y de no cumplir sus promesas, así como de no tener controlado al Ejército, tal y como se demostró en julio de 2003 cuando un grupo de militares protagonizó una intentona golpista.

Pero hoy pocos dudan que, a sus 57 años, la Mandataria ha recibido la confianza de un pueblo que casi en su mayoría vive bajo el umbral de pobreza y es víctima de una sociedad clasista con un gran abismo entre ricos y pobres.

Con lo que sí cuenta Macapagal Arroyo es con el incondicional apoyo de la comunidad internacional, especialmente de Washington, que le ha proporcionado una gran ayuda en la lucha contra el terrorismo, a la que la Presidenta se unió sin reparos tras el 11 de septiembre de 2001.

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