Nueva York, (Notimex).- El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, avivó con un comentario grabado por las cámaras pero que asegura haber hecho en privado, la polémica sobre las bondades de la famosa dieta Atkins, que hace décadas siguen 25 millones de personas.
En los últimos días, y a raíz de una nota que publicó The New York Times el 18 de enero, las críticas a esta dieta no han cesado, acusándola de escaso rigor científico y de engañar a la gente al afirmar que pueden comer toda la carne que quieran y así perder peso.
El multimillonario alcalde levantó el debate con algunos comentarios suyos que fueron hechos públicos por las cámaras y micrófonos de una televisora local. Bloomberg afirmó que el fundador de la dieta era "gordo" y que personalmente él no sigue sus consejos.
Con una población en la que el 60 por ciento de los ciudadanos padecen obesidad o sobrepeso, la preocupación por la salud y la alimentación es un tema de interés nacional, en un país donde proliferan los productos bajos en calorías y se llenan los gimnasios.
La popular dieta del doctor Robert Atkins, que desde 1972 ha sumado millones de adeptos en todo el país, se basa en la sencilla fórmula de un régimen alto en proteínas y bajo en hidratos de carbono.
El alcalde describió un encuentro que tuvo con el doctor Atkins en su casa de Long Island hace dos años. "El tipo era gordo y la comida era incomible. Tomé un aperitivo y lo tuve que echar a la servilleta. Era simplemente terrible", refirió.
Las reglas básicas de la dieta Atkins son controlar la ingesta de hidratos de carbono refinados, como el azúcar y la harina, y equilibrar la toma de grasas (incluyendo las grasas saturadas) y de proteínas.
Entre los alimentos que se pueden ingerir, según Atkins, están el queso, la mantequilla, los huevos, algo de pescado y la carne (de ternera, cerdo y cordero).
Desde hace años, algunos estudios científicos advierten de que esta dieta podría causar problemas de salud tales como ataques cardíacos.
En su artículo, el diario señaló que los responsables de Atkins -su fundador murió el año pasado- se están retractando de sus consejos sobre lo idóneo que resulta comer carne con el fin de adelgazar, aunque esto fue negado desde la rentable compañía.
"Atkins no ha cambiado, los principios de su dieta siguen en pie desde 1972. Las grasas saturadas siguen siendo una parte esencial de la dieta, al igual que poder comer carne roja", indicaron en un comunicado.
"Esta dieta ha sido calificada como segura, efectiva y beneficiosa por 17 estudios durante los tres pasados años", añadieron.
Sin embargo, señalaron que esto no quiere decir que quienes siguen su dieta "puedan comer toda la carne que quieran", si no que debe hacerse con control, y acusaron a los medios de comunicación de falta de rigor informativo y sensacionalismo.
En este contexto, un estudio señaló que las ventas en Estados Unidos de productos para perder peso se incrementaron en un 17 por ciento anual durante el período 1999-2003, siendo una de los más beneficiados la compañía Atkins.
Otra encuesta indicó que mientras el 56 por ciento de los estadunidenses hacen la dieta Atkins, cada vez son más los que prefieren perder peso haciendo ejercicio (63 por ciento) o comiendo frutas y verduras (60 por ciento).
