El éxito de la prueba del prototipo X-43A, que batió el récord de velocidad al sobrevolar el Pacífico a casi 8.000 kilómetros por hora, puede, según la NASA, "revolucionar el mundo de la aviación y de los vuelos espaciales".
Se trata, según explicó la agencia espacial estadounidense, de la primera vez en que un aparato vuela a velocidades hipersónicas (superiores a cinco veces la velocidad del sonido) propulsado por un motor de hidrógeno conocido como "traga aire".
En este tipo de motores, el oxígeno de la atmósfera se introduce a gran fuerza en la cámara de combustión, donde se mezcla con combustible y hace ignición espontánea.
El X-43A es un aparato que apenas mide 3,6 metros de longitud y ha sido descrito por la NASA como "parte avión y parte cohete".